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La Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación dedica un número a la catedrática de la ULL Lidia Santana

miércoles 26 de agosto de 2020 - 08:51 GMT+0000

La revista digital Educar y orientar, editada por la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE), dedica en su número de junio una amplia entrevista a la catedrática de la Universidad de La Laguna Lidia Santana Vega, quien dirige el grupo de investigación en Orientación Educativa y Sociolaboral de este centro académico.

Esta investigadora es profunda conocedora de asuntos como la toma de decisiones académicas en el Bachillerato, el propio proceso de orientación en esta etapa educativa o el uso del móvil en adolescentes en el contexto de la comunicación familiar.

Santana Vega indica en la entrevista que la labor del orientador u orientadora debe estar en continua adaptación a las nuevas circunstancias, para así poder dar respuesta a las necesidades de las instituciones escolares. La experta reconoce que uno de los objetivos de la orientación es influir en el ambiente de aprendizaje, y por eso considera que no solo se trata de trabajar con el alumnado, sino que también hay que incluir al entorno familiar y al profesorado.

Destaca igualmente el papel de la prevención como anticipación a los problemas, lo que no siempre resulta factible, como ella misma apunta. “Los profesionales de la orientación han de tener un papel proactivo tanto en la definición de los problemas como en la intervención en ellos”, afirma la catedrática de la Universidad de La Laguna, para quien esto pasa por conocer el contexto de condiciones sociales, económicas y culturales del centro, así como el contexto de condiciones del alumnado.

La especialista incide en que los profesionales de la orientación se encuentran en medio de una encrucijada entre las demandas y expectativas del profesorado, el equipo directivo, el alumnado y la familia, y por las propias prerrogativas profesionales, añade. Santana Vega explica que la investigación psicopedagógica ha de ser el vehículo para la mejora de la práctica profesional.

En la misma publicación de COPOE señala que el modelo basado en competencias ha ido dejando paso a un modelo de orientador como un profesional reflexivo que toma sus decisiones apoyadas en una comprensión explicativa sobre sus propios procedimientos. “Para que los orientadores desplieguen una actividad más profesional habría que trabajar para que sus actitudes y prácticas se fundamenten en un cuerpo de conocimientos teóricos y en los resultados de la investigación psicopedagógica”.


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