El uso de estándares es un elemento clave en la innovación y el desarrollo tecnológico ya que proporciona un marco de trabajo común que hace posible la interoperación entre equipos y sistemas, incluso cuando son de distintos fabricantes. Esto, que es cierto para cualquier ámbito de la técnica, se vuelve especialmente relevante cuando hablamos de sistemas tan complejos como los sistemas informáticos modernos. Por ejemplo, es un hecho comúnmente aceptado que sin estandarización la existencia de la Internet de la que disfrutamos hoy en día no hubiera sido posible [CrueTic2007].
Sin embargo no todos los estándares por el mero hecho de serlo son igualmente beneficiosos para el desarrollo tecnológico. Concretamente los estándares denominados como abiertos son especialmente interesantes porque favorecen la competencia plena entre proveedores de una tecnología y sus productos y servicios asociados [Swann2010]. Para mejorar el acceso de las Administraciones públicas a las tecnologías de la información (TI), a través de un mercado más diverso y para dar al sector público la flexibilidad de poder cambiar entre proveedores y productos, las especificaciones TI deben estar basadas en estándares abiertos, es decir, estándares que puedan ser implementados por cualquiera.
Así comienza el documento de la Política Institucional de Uso de Estándares Abiertos de la Universidad de La Laguna aprobada en el Consejo de Gobierno del 26 de julio de 2012. Dicho documento establece la obligatoriedad en la ULL de utilizar estándares abiertos en la web y otros medios electrónicos de difusión; al tiempo que recomienda su uso en las comunicaciones internas de la institución con el objeto de preservar el acceso a los documentos a lo largo del tiempo. Los objetivos de esta medida no son sólo obtener los beneficios citados respecto al desarrollo tecnológico y la interoperación de equipos y sistemas, sino también cumplir con las obligaciones establecidas en la Ley 11/2007 de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos y el R.D. 4/2010 por el que se regula el Esquema Nacional de Interoperabilidad en el ámbito de la Administración Electrónica.
El documento también establece que el Vicerrectorado de Tecnologías de la Información y Desarrollo digital será el responsable de indicar los estándares abiertos recomendados. De hecho incluye una primera selección de estos, para los tipos de contenido más comunes, de entre los que cabría citar como recomendados: