La ruta azucarera ha seguido una línea recta desde Oriente hasta Occidente, «de tal manera que el estudio histórico de esta industria –y de lo que significó de revolución en las pautas culturales del mundo occidental a partir del siglo XV– puede realizarse siguiendo los enclaves que fueron surgiendo a lo largo de todo el Mediterráneo y, durante el Renacimiento, en el Atlántico».
La historia de la plantación y comercialización de este producto se encuentra recogida en la documentación que atesoran los archivos, tanto públicos como privados, donde libros contables, inventarios, directorios y otros múltiples documentos nos van descubriendo cómo se desarrollaba la vida diaria en los ingenios y cuáles fueron las causas y factores que motivaron su auge en el Nuevo Mundo.