El proyecto literario de la revista Paradiso. Pliego de literatura (12 números, 1993-1995), que toma su nombre de la novela de José Lezama Lima, se fraguó durante los primeros meses del año 1993 en el seno de la Facultad de Filología de la Universidad de La Laguna, justamente el año en que la revista Syntaxis deja de editarse. El primer número de Paradiso quedó publicado poco antes del verano de ese año y en él queda expuesto el interés de sus creadores por la poesía, la crítica y la pintura. Aparte del consejo asesor, en el que figuraban los profesores Alberto Giordano, Nilo Palenzuela y Andrés Sánchez Robayna, el equipo directivo de la revista estaba formado únicamente por estudiantes de la Universidad de La Laguna: Rafael-José Díaz, Alejandro Krawietz, Francisco León y Goretti Ramírez cursaban Filología Hispánica; Lorenzo Gorrín, Bellas Artes y Víctor Ruiz, Matemáticas.
Cada número de la revista, que por una cuestión de economía imitaba los «pliegos de cordel» renacentistas, no solía superar las ocho páginas, salvo el número cinco (dedicado al escritor cubano Severo Sarduy) y los números nueve y doce (este último dedicado a Andrés Sánchez Robayna). En sus páginas publicaron muchos de los escritores y artistas que eran habituales en la revista Syntaxis: desde Eugenio de Andrade, Eduardo Chillida, Joan Brossa o Antoni Tàpies hasta Ángel Crespo, José Ángel Valente, Luis Palmero, José Herrera o Alfonso Alegre Heitzmann, entre otros. Los promotores de Paradiso publicaban a menudo en sus páginas sus propios trabajos creativos. En este sentido, Paradiso constituía claramente un espacio estético y crítico de afirmación grupal. La revista reivindicaba una literatura —en especial un tipo de poesía— comprometida con las exploraciones de las vanguardias históricas internacionales, las transvanguardias contemporáneas (como la transvanguardia catalana, el hermetismo italiano o el concretismo brasileño, por citar unos pocos ejemplos) y, al mismo tiempo, prestaba gran atención a la producción de otros poetas, como Melchor López, Jordi Doce o Alejandro Rodríguez-Refojo.
En 1994, cuando la publicación mediaba su trayectoria, Andrés Sánchez Robayna selecciona y presenta, bajo el sello de la recién desaparecida revista Syntaxis, la antología Paradiso. Siete poetas. Se trata del único trabajo antológico dedicado a la poesía joven realizado por Sánchez Robayna. La antología, por un lado, pretendía dar carta de naturaleza a la exploración individual de cada uno de los jóvenes poetas que hacían el «pliego de literatura» y, por otro, presentarlos como un grupo más o menos cohesionado cuyos presupuestos estéticos se oponían a la corriente mayoritaria de moda en aquella hora, la poesía de la experiencia. Así, quedó reunida en ella una muestra de las obras poéticas de Melchor López, Francisco J. Hernández Adrián, Francisco León, Alejandro Krawietz, Rafael-José Díaz, Goretti Ramírez y Víctor Ruiz.


