Hacer historia

La Transición en Canarias

La Transición democrática constituye uno de los periodos más importantes de la historia española del siglo XX. En este periodo tiene lugar un cambio de régimen político en España: del autoritarismo franquista a una democracia parlamentaria homologable a la del resto de países del entorno europeo.

Es un periodo histórico que viene marcado por una serie de acontecimientos que, de una forma u otra, han servido para ordenar nuestra memoria colectiva respecto a aquel tiempo: el asesinato de Carrero Blanco, la muerte de Franco, la proclamación del rey Juan Carlos I como sucesor de aquel, la aprobación de la Constitución de 1978, la aparición de figuras como Adolfo Suárez, que prefiguran el posterior perfeccionamiento del personaje político mediático, el triunfo del PSOE en las elecciones generales de 1982… 

La Transición es, sin embargo, mucho más que esos grandes hitos que hasta cierto punto han fundamentado el relato hegemónico sobre ese proceso. 

En Canarias, además, por razones geográficas evidentes, por razones económicas y por razones culturales, el proceso presenta rasgos diferenciadores que tensionan los márgenes desde los que tradicionalmente hemos comprendido la Transición en España. Los más evidentes son: el diseño e implantación de un modelo económico en el que el turismo es la palanca que moderniza de manera desigual una sociedad agrícola y rural hasta mediados del siglo XX, y la vinculación en términos geopolíticos de Canarias con los procesos de descolonización que, sobre todo en África, contribuyen a crear movimientos políticos originales en las islas. 

Ocultas muchas veces tras esos hitos generales, el periodo de la Transición muestra en Canarias unas lógicas económicas y culturales que empujaron a la sociedad insular a actuar de diferentes maneras y desde ámbitos diversos frente a unas circunstancias nuevas, que hicieron emerger nuevos problemas y que dieron como resultado nuevas formas de organización y prácticas políticas. 

La Transición en Canarias es, en este sentido, un momento de cambio político, pero es, también, el momento en el que la sociedad ensayó nuevas formas de organización sindical, nuevas formas de organización vecinal, nuevas formas de organización cultural, es el momento en el que se hicieron visibles las luchas económicas y sociales que pusieron los cimientos de la sociedad actual. En algunos casos esas luchas fueron traumáticas, marcadas por la violencia, por la represión y, en ocasiones, por la derrota.

Pero la Transición en Canarias fue, sobre todo, una etapa caracterizada por el empeño en aprender a actuar social y políticamente de manera conjunta, señalando los problemas que, en buena medida, son los problemas que hoy en día nos siguen apelando: la lucha por la igualdad de género, por la justicia económica, o la lucha por un espacio ecológico habitable y sostenible.

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