El profesor de Periodismo Especializado de la Universidad Carlos III de Madrid Carlos Elías Pérez ofreció hoy, vernes 14 de enero de 2005, una conferencia en el Instituto de Bio-Orgánica Antonio González de la Universidad de La Laguna. La ponencia, titulada Influencia de los medios de comunicación en la crisis de las vocaciones en ciencias, reveló los resultados de un estudio que vinculan la pérdida de alumnado en las titulaciones de ciencias experimentales a la presencia que dichas disciplinas tienen en la prensa.
Entre 1998 y 2001, descendió un 6,25% la matriculación en el itinerario científico de Educación Secundaria. En el mismo periodo, la inscripción en las ramas de Ingeniería y Ciencias de la Salud aumentó, pero bajó un 1,43% en Ciencias Experimentales. Por esta razón, el extinto Ministerio de Ciencia y Tecnología reunió a un grupo de estudio, compuesto por un pedagogo, un investigador experimental, un economista y el propio Elías, para determinar las causas que explican esta pérdida de vocaciones.
El ponente se centró en las causas que tienen que ver con los medios de comunicación. La prensa trata menos y de manera diferente la ciencia a como se hacía a principios del siglo XX, a causa de que se ha modificado la propia percepción social de los investigadores. Citó el ejemplo de la visita que hizo Einstein a España en los años 20, que fue noticia de portada en toda la prensa nacional. «Esto hoy sería imposible», señaló el experto.
La industria del entretenimiento ha fomentado una imagen negativa de los investigadores, retratándolos como locos peligrosos. En películas como E.T. o Parque Jurásico los villanos son los científicos que quieren atrapar al protagonista o crean los dinosaurios asesinos, respectivamente. Estos arquetipos los perciben los más jóvenes, fomentando así que desciendan las vocaciones en esta materia. Por el lado contrario, los medios han otorgado una pátina de glamour a profesionesdel derecho (Ally McBeal), la medicina (Urgencias) o el propio periodismo (Periodistas).
También se ha demostrado que las protestas de los becarios y científicos con empleos precarios han tenido tanto eco mediático que, a la larga, han influido en dar una imagen de las ciencias experimentales como una carrera muy compleja y sin futuro. Elías señaló que esas protestas son legítimas, pero que la inestabilidad laboral se da también en otros ámbitos profesionales y, sin embargo, la percepción de que existe sólo se da cuando se habla de ciencia. Esto también repercute en el descenso vocacional.
La formación de profesionales de prensa influye en que den cierta visión de la ciencia como algo sospechoso. Elías relató que los filósofos más estudiados por las ciencias sociales, en las cuales se inscribe el periodismo, suelen ser los de vocación más crítica con la labor experimental. El ponente también reprochó a los científicos, ya que por norma general, son muy reticentes a colaborar con los medios de comunicación: si lo hicieran, podrían modificar falsos mitos que los circundan.
Se ha creado una situación en la que el periodismo influye en la investigación. El impacto de los científicos se mide, entre otros parámetros, por el número de citas que se refieran a su trabajo, y existe un estudio que demuestra que aquellos hallazgos que aparecen en los medios son citados un 78,2% más que los que no. Ello induce a que se fomenten determinadas líneas de investigación que se sabe que van a ser mencionados en prensa.
Los gabinetes de prensa de instituciones científicas fomentan determinadas actividades con el fin de tener presencia mediática. El ponente señaló que esto es especialmente visible en astrofísica: la última misión de la Agencia Europea del Espacio partió el día de Navidad, y una sonda de la NASA se estima que llegue a su destino el 4 de julio, fiesta nacional en EEUU. Los investigadores han incluido contenidos emocionales en sus proyectos, sin duda asesorados por sus gabinetes de prensa.
Revistas como Science o Nature tampoco se libran de esta tendencia. En opinión de Elías, en ocasiones publican trabajos con una discutible repercusión científica, porque saben que la tendrá mediática. Citó artículos dedicados a la estrella de Belén o los efectos de la mirra editados justamente en épocas navideñas, o un trabajo sobre la ecuación del movimiento de rotación de la tortilla, que tuvo un inusitado éxito en todos los telediarios.

