La Palma tiene las mejores infraestructuras hidráulicas de Canarias señaló Carlos Soler Liceras, ingeniero de caminos, canales y puertos y profesor titular de la Universidad de La Laguna durante su intervención El agua en La Palma: el pasado y un posible futuro desarrollada en el marco de los cursos de verano de la Universidad Ambiental de La Palma.
Obras como el túnel de trasvase, la balsa de Barlovento récord del mundo de capacidad- o la de Adeyahamen récord del mundo en profundidad-, el pozo del Salto mayor caudal de Canarias- o el tomadero de Dos Aguas son a juicio del ingeniero pruebas palpables de la singularidad de estas infraestructuras cuya ejecución ronda los 723 millones de euros financiados en un 90% por capital privado frente al 10% aportado por la administración pública.
El responsable del avance del Plan Hidrológico de La Palma, La Gomera y El Hierro expuso una radiografía exacta de la situación actual del mapa hidrológico insular y su correspondiente red de distribución, en la que se cuantifican 791 km de tuberías, 418 km de canales, 26 km de túneles, 6 balsas y 6.250 depósitos agrícolas en el Valle de Aridane.
Asimismo explicó que La Palma produce anualmente unos 75 hectómetros cúbicos de los que 5hm3 proceden de tomaderos superficiales, 10 hm3 de nacientes, 20 hm3 de pozos y los 40 hm3 restantes de galerías. De hecho, matizó que la isla cuenta con 10 tomaderos, 147 nacientes, 69 pozos, 49 de ellos abandonados, y 169 galerías de las que 60 ya se han secado.
Problemas hidráulicos
Soler expuso que uno de los principales problemas que sufre la isla actualmente es que la captación de aguas superficiales en La Palma es muy compleja porque si bien los barracos corren tras las lluvias lo cierto es que no lo hacen sino un determinado número de días al año y cuando ocurre portan gran cantidad de piedras y tierra, provocando serios aterramientos, lo que descarta esta vía como posible solución al problema.
En este sentido añadió que no se puede depender eternamente de los nacientes que, en los últimos años han mermado su caudal e incluso desaparecido en algunos casos. Situación que unida al hecho de las afecciones que sufren varias galerías entre sí y el empeoramiento de la calidad del agua extraída de los pozos para suministrarla a la cota de 400 metros para su consumo exigen soluciones a medio y largo plazo.
El grado de conocimiento del subsuelo de La Palma es, junto con el de Tenerife, uno de los mejores de Canarias y resulta especialmente notorio el acuífero de Coebra del que se alimentan los nacientes de la Caldera de Taburiente y Marcos y Cordero y que se encuentra actualmente drenado por un total de 12 galerías que generan disminución en el nivel de agua de los acuíferos y pérdida o extinción de los caudales en los nacientes añadió el profesor de la Universidad de La Laguna.
Proyectos y soluciones
Soler añadió que el futuro de los recursos hídricos en La Palma pasa por la intervención estatal y la inversión de 30 millones de euros medida que, en su opinión garantizará la calidad y el suministro de agua por encima de la cota de 600 metros que exige la isla y evitará problemas como la progresiva merma de los nacientes, el empeoramiento de la calidad del agua de los pozos y la afección que sufren las galerías entre sí.
Según aseguró el profesor titular de la ULL la medida ya aparecía recogida en el avance del Plan Insular aprobado en 1994 por unanimidad por el Cabildo Palmero y explicó que en la misma se contempla la intervención del Estado para acometer una doble obra, la continuación de la perforación del Túnel de Trasvase y la nueva construcción de la Galería Telesforo Bravo, situada entre Garafía y Barlovento, así como su canalización hacia un depósito de almacenamiento.
Un proyecto que, en opinión del ingeniero permitiría abastecer la red actual de pozos y galerías y mantener la red de suministro de agua en calidad y cantidad suficiente por encima de la cota de los 600 metros e incluso generar energía eléctrica, siempre bajo la premisa de no afectar los nacientes y galerías ya construidas.
Las obras implicarían la entrega por parte del Estado de un total de 20 hm3 a los pozos y 12 m3 a las galerías aclaró el ingeniero lo que implica el cierre de pozos y galerías sin lesionar los intereses de sus propietarios que podrán mantener la distribución y tendrán garantizado el caudal de 75 hm3 anuales necesarios para el abastecimiento sin necesidad de bombear agua y agotar unos acuíferos que comienzan a sufrir sobreexplotación.
De esta forma ganan todos apostilló Carlos Soler ya que se mantienen las propiedades del agua, se mejora su calidad, se reducen los costes, al igual que el consumo eléctrico y se consigue que los nacientes recuperen el caudal del que antaño disfrutaron.
(Nota cedida)

