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Kabunda: “La crisis de la universidad africana viene de los errores cometidos en las etapas educativas anteriores”

miércoles 17 de junio de 2009 - 00:00 GMT+0000

El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid Mbuyi Kabunda ofreció en la última sesión de la mañana de hoy una interesante conferencia sobre las razones que explican el deterioro de la educación universitaria africana y que, en su opinión, tienen su origen en los errores cometidos en etapas educativas anteriores.

A juicio del ponente, los gobiernos africanos poscoloniales heredaron sociedades muy atrasadas y dedicaron grandes recursos de su PIB a la educación. “Así, se produjeron grandes avances cuantitativos pero han constatado pésimos progresos cualitativos. De hecho, puede afirmarse que la educación no tiene un impacto real sobre el desarrollo económico de África”.

El balance de cinco décadas de educación poscolonial es alarmante: falta de adaptación de los contenidos pedagógicos a la realidad, a las perspectivas sociales y a las exclusiones de toda índole. El ponente también señaló la baja calidad del sistema educativo y la desmotivación del personal docente, a lo que se suma el alto índice de desempleo de los titulados.

Kabunda abundó en las débiles tasas de escolarización y alfabetización de la población infantil y juvenil, sobre todo en el África subsahariana. Así, señaló que desde los años 80 se viene detectando el fenómeno de la desescolarización como consecuencia de los ajustes de los programas de saneamiento de la deuda del Banco Mundial o del FMI, quienes aconsejan la disminución del personal docente para sanear las arcas nacionales y reducir la deuda externa.

En este contexto, la educación depende del nivel adquisitivo y cultural de cada familia, de las estructuras sociales vigentes y de los propios acontecimientos contemporáneos. “Nos encontramos ante un sistema desigual, que excluye a los niños del mundo rural y a las niñas en su conjunto. Se trata de un sistema piramidal heredado de la colonización que es ineficiente y que propicia una estructura elitista que condena a la mayoría al abandono”. De hecho, de cien niños que empiezan la educación primaria sólo dos o tres llegan a la universidad, lo que supone una clara pérdida de talentos.

“Estos niños se convierten más tarde en adultos analfabetos”, aseveró el ponente, quien además añadió que se ha constituido una suerte de pirámide invertida, porque la enseñanza superior es financiada 40 veces más que la primaria. “Está claro que hemos cogido el camino equivocado”, sentenció el politólogo.

Otro de los grandes problemas de la educación africana es la exclusión de las lenguas nacionales del sistema. La mayoría de países subsaharianos han adoptado las lenguas de las antiguas metrópolis, por lo que las lenguas étnicas no han conseguido su reconocimiento oficial, a pesar de ser las más habladas en todos los contextos. “El resultado es el retraso en la escolarización y la asfixia de la cultura nacional. Los niños lo aprenden todo de memoria, no comprenden los problemas de su entorno porque usan unas lenguas que dominan superficialmente”.

Mbuyi Kabunda también hizo referencia a la nula culturización local, dado el claro desfase entre el sistema escolar o universitario y las estructuras productivas. Otro problema comentado por el profesor tiene que ver con las desigualdades de género en la educación, lo que se explica por una débil escolarización femenina en todos los niveles. Además, las niñas que acceden a niveles educativos superiores suelen orientarse hacia las carreras menos prestigiosas y poco valoradas socialmente, de lo que se deriva lo que el profesor llamó una subescolarización.

La situación del profesorado africano fue tildada de dramática por el ponente, ante el abandono de los gobiernos del soporte pedagógico y de las infraestructuras educativas. Los docentes o son despedidos o están mal pagados, condenándoles a vivir en condiciones de indigencia y de deterioro de sus condiciones de trabajo. Ante este panorama, la fuga de cerebros de docentes es una consecuencia más que obvia. “No hay renovación generacional cuando se jubilan y permanecen al margen de la estructura productiva, sin ninguna clase de programas de reciclaje, y ante una clara desvalorización social de esta profesión”.

Las soluciones

La primera de las vías de salidas apuntadas por el experto es la relativa a la escolarización y alfabetización en las lenguas africanas, con la introducción paulatina de las lenguas extranjeras y una tendencia al multilinguismo. Hay que introducir la educación funcional en el sistema, esto es, la formación orientada hacia la capacitación profesional elemental para que los jóvenes aprendan usos y conocimientos útiles para la vida.

La tercera alternativa descrita por el ponente es la formación de científicos e investigadores, ingenieros y técnicos para contribuir al desarrollo de estas sociedades. También es necesario formar a personas en ciencias humanas y sociales, con el objeto de aumentar la capacidad de autocrítica.

La reducción de las desigualdades entre el sector urbano y el tradicional es otra de las soluciones propuestas por el profesor africano. “En el mundo moderno ningún pueblo se ha desarrollado dando la espalda a su identidad y a su historia. Es necesario crear una política nacional de biblioteca y centros de investigación interdisciplinares”, propuso.

Para Mbuyi Kabunda, África ha escogido el camino equivocado por basarse en un modelo de desarrollo mimético del occidental, a favor de las ciudades y en detrimento del mundo rural, un modelo elitista. “Muchos autores africanos ya lo advirtieron y no fueron escuchados”.

El experto finalizó su intervención alegando que ha llegado a la conclusión de que los países que menos han conocido el éxodo rural son los que más desarrollados están.


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