“Estas paredes oyen y despiertan el día 12 de noviembre”. Así reza la placa descubierta ayer por las autoridades académicas y políticas en la antesala del Paraninfo, convertida en sala de arte, y con la que se reinauguró formalmente el espacio escénico cerrado durante casi diez años.
El público que llenó la sala desde primera hora pudo apreciar en la ceremonia celebrada anoche el estado en el que ha quedado este emblemático espacio, que cuenta con todo el equipamiento de un teatro moderno y conserva, sin embargo, su aspecto inicial.
El rector, Eduardo Doménech, estuvo acompañado por el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero; el presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro; la consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, Milagros Luis; el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo; y el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Ricardo Melchior, además de una amplia lista de autoridades académicas, civiles y militares.
El descubrimiento de la placa conmemorativa fue calificado por el rector como “una acción sencilla como pocas, y es que a veces el más simple gesto posee un altísimo valor simbólico”, adujo. “Esta placa representa momentos de espera, de pequeños avances, pero también de estancamientos y desasosiegos y, finalmente, es símbolo del trabajo bien hecho, es la recompensa en una noche como ésta”.
Doménech comentó que “el Edificio Central ha vivido años de decaimiento, en gran parte originados por el cierre de este Paraninfo. Era triste pasear por este pasillo sin escuchar el murmullo de los espectadores esperando a entrar en la sala. Hoy ese murmullo ha vuelto, y confiamos en que volverá a formar parte del paisaje sonoro de este entrañable inmueble”.
El rector también sostuvo que la reapertura de esta sala no sólo beneficiará a la institución universitaria, sino al propio municipio. “La Laguna es una ciudad eminentemente cultural, y nosotros queremos sumarnos a ese espíritu poniendo a disposición de sus ciudadanos nuestras actividades e instalaciones. Por ello, la reapertura de hoy debe ser motivo de satisfacción no sólo de todos los universitarios, sino de todos los laguneros y canarios”.
El máximo responsable del centro docente recalcó que la reapertura de este espacio es un mérito compartido. “En primer lugar, he de referirme al esfuerzo iniciado por los rectores que me precedieron en el cargo y sus equipos, especialmente al mandato del doctor Ángel Gutiérrez, pues fueron ellos quienes iniciaron los trámites, proyectos y trabajos necesarios para rehabilitar este templo de la cultura”.
También le pareció oportuno agradecer la colaboración del Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y del Ayuntamiento de La Laguna, “instituciones que me consta han hecho de este Paraninfo una preocupación prioritaria y sin cuya aportación nos hubiera sido imposible estar hoy aquí”, indicó.
En el plano interno, destacó la labor del arquitecto de esta rehabilitación, Pedro Domínguez Anadón, “quien ha sabido convertir este Paraninfo en una instalación cultural polivalente del sigo XXI sin desvirtuar la imagen original concebida por el arquitecto Domingo Pisaca”, así como al personal del Vicerrectorado de Planificación e Infraestructuras, responsable de la ejecución y seguimiento de la obra, y al Vicerrectorado de Relaciones Universidad y Sociedad, quien ha programado el conjunto de actos que se sucederán desde hoy y hasta finales de diciembre.
Sala de arte
En el mismo acto se inauguró la Sala de Arte Paraninfo, “con el objeto de poner en valor nuestro patrimonio artístico”, afirmó el rector, con una cuidada selección de obras que podrán visitarse hasta el 19 de diciembre.
Doménech aprovechó la ocasión para mencionar dos recientes e importantes donaciones a la Universidad de La Laguna. La primera, correspondiente a 2008, es un políptico formado por diez creaciones de diez artistas jóvenes procedentes de la Facultad de Bellas Artes y dirigidos por la catedrática de Pintura Sabina Gau Pudelko. La segunda es una donación de 2009 de la obra pictórica de Enrique Lite, donada por su familia. Se trata de dos piezas de gran formato que fueron expuestas en la antológica que el Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife dedicó en 2007 a este artista, quien da nombre a uno de los premios internacionales de cultura del centro académico.
El rector cerró su intervención recordando a los principales protagonistas de esta sala escénica, ahora recuperada. “Deseo también recordar el papel de todos los colectivos culturales de la universidad, de música, teatro, danza, coros y corales, tunas, etc, quienes se han visto privados durante muchos años de este espacio y se han conformado, pacientemente, con lugares más modestos y acústicas menos perfectas. Esta ceremonia es para ellos: porque hoy han recobrado el escenario que nunca debió cerrarse”, concluyó.
Después del acto protocolario, las autoridades entraron en el patio de butacas y la ceremonia continuó con la proyección de un vídeo institucional acerca de la historia del Edificio Central y del propio Paraninfo, dirigido por Emeterio Suárez y con guión de Acaimo González, y que fue ampliamente ovacionado por el público.
Este documento audiovisual, de 21 minutos de duración, recoge los principales momentos históricos acaecidos en este espacio, con más de medio siglo de existencia. Incluye además testimonios documentales cedidos por Filmoteca Española, Filmoteca Canaria, la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad, la Biblioteca Universitaria y algunos particulares.
La sesión se cerró con un concierto extraordinario de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, con la participación de Frank Peter Zimmermann, reconocido violinista de origen alemán que ha tocado en algunos de los teatros más importantes del mundo. La orquesta ofertó un variado programa, que conjugó obras del siglo XX de Gustavo Díaz Jerez y Bohuslav Martinu con la Sinfonía 3 Heroica de Beethoven.
