Como cada año, la Universidad de La Laguna ha organizado hoy, viernes 11 de diciembre, un emotivo acto para conmemorar el aniversario de la muerte del estudiante Javier Fernández Quesada, abatido a tiros por las fuerzas del orden franquistas hace treinta y dos años en el edificio central de la institución, durante una manifestación pacífica.
El rector de la ULL, Eduardo Doménech, realizó una ofrenda floral bajo la placa conmemorativa ubicada en la entrada del edificio, justo en el mismo punto donde tuvo lugar el trágico suceso, y leyó un manifiesto en el que reivindicó el valor de la memoria como instrumento para cohesionar la institución académica. “Ante sucesos que, como éste, provocan tristeza, existe la tentación de olvidarlos. Sin embargo, debemos tener la entereza suficiente para recordar este y otros hechos similares, porque gracias a ellos configuramos nuestra identidad”.
El rector manifestó que no era intención de la ULL convertir a Fernández Quesada en “mártir” o “símbolo de nada”, pero reflexionó que su muerte es “uno de esos hechos que marcan una institución”, por lo que consideró deber de todos hacer memoria y, si fuera posible, “extraer alguna enseñanza de él”. Para Doménech, ese aprendizaje debe servir para reiterar el compromiso de la institución universitaria con valores como la libertad y los derechos humanos, “tal y como se recoge en los estatutos”.
Doménech también recordó la satisfacción de la institución por haber logrado que la muerte de Fernández Quesada haya sido incluida entre los casos cubiertos por la Ley de Memoria Histórica, a pesar de que cronológicamente quedaba fuera de los márgenes de actuación de esta normativa por solo 77 días.
