El Paraninfo de la Universidad de la Universidad de La Laguna acogió ayer jueves 11 de marzo la celebración de su Día Institucional, coincidiendo con la conmemoración del 218 aniversario de su fundación. Este escenario sirvió para que el rector de la institución docente, Eduardo Doménech, realizara un encendido pronunciamiento en favor de la universidad pública, al tiempo de que expresó su asombro de cómo los representantes políticos han salido mayoritariamente en defensa de la posible creación de una universidad privada en Tenerife, sin entrar a valorar las consecuencias que ello tendría para el sistema universitario canario.
El acto, que contó con la presencia del vicepresidente del Gobierno y consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, sirvió también de reconocimiento para el presonal recientemente jubilado, tanto profesores como miembros del personal de administración y servicios, así como de los alumnos que obtuvieron premio fin de carrera y premio extraordinario de doctorado. Por su parte, la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de La Laguna hizo entrega del VII Premio a los Valores Humanos en el Alumnado, que recayó en la asociación de estudiantes de la Facultad de Medicina, involucrada en varios proyectos de cooperación al desarrollo desde el punto de vista sanitario.
En la ceremonia también participó el arquitecto italiano Carlo Magnani, que fuera rector de la Universidad IUAV de Venecia, y actual profesor titular de Composición Arquitectónica del mismo centro de estudios. Magnani pronunció la conferencia ‘Venecia y la modernidad’, en la que repasó los principales cambios arquitectónicos de la ciudad italiana desde el Medievo hasta la actualidad.
En la posterior intervención del rector, que puede consultarse en http://www.ull.es/view/institucional/ull/Dia_Institucional/es afirmó que durante su mandato se ha demostrado que "la ULL ya no se mira el ombligo, sino que ha establecido un diálogo sincero con su entorno social, político, económico y cultural. Muestra de ello es la aportación directa que ha realizado la Universidad de La Laguna al desarrollo de nuestra isla y de nuestra región". Tras ofrecer algunos datos que avalan su tesis, con más de tres millones de euros facturados en 2009 por contratos y convenios de investigación, aseveró que "la Universidad de La Laguna no es la misma, ha cambiado y reclama que cambie la actitud de quienes están de su parte, si realmente lo están. Porque tras las evidencias mencionadas, lo expresado públicamente por algunos sobre el aislamiento de esta universidad no son más que pretextos para no asumir, de forma recíproca, el compromiso con ella".
Sin miedo a competir
En opinión de Doménech, el debate en ámbitos periodísticos y políticos acerca de la posible implantación de una universidad privada en La Orotava "ha traspasado los límites de la discrepancia. Lo digo alto y claro: la Universidad de La Laguna, por todo lo que he argumentado anteriormente, no tiene ningún miedo a competir con otras universidades, como así se le ha acusado maliciosamente".
Y no lo tiene porque ya lo está haciendo a diario, precisó, no sólo con su universidad hermana, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, "con quien mantiene unas relaciones institucionales inmejorables", sino también con el resto de las universidades del Estado, aseguró el rector. Doménech explicó que el mundo universitario se caracteriza por la búsqueda de la excelencia académica, que se consigue a base de sana competencia entre los mejores. "Está en nuestra propia esencia la cultura competitiva, no tanto como actitud comparativa y de rivalidad con el otro, como por afán por alcanzar mayores cotas de competencia. Y en la carrera por intentar cada día ser mejor terminamos posicionándonos respecto a los demás en un determinado nivel de excelencia".
"Así, competimos por sexenios de investigación, en convocatorias de proyectos nacionales e internacionales, para que nos acepten artículos científicos en revistas de impacto, o, por obtener financiación para proyectos de transferencia de resultados, entre otros ejemplos. Y créanme si les digo que no lo hacemos tan mal como algunos quieren hacer ver. Sin ir más lejos, tenemos el ejemplo reciente de la obtención de una Mención de Calidad en la convocatoria de Campus de Excelencia Internacional 2009, quedando igualados con otras universidades de mayor tamaño que la nuestra, como por ejemplo las del País Vasco, Zaragoza o Salamanca, entre otras".
El rector fue tajante en este punto: "Ya nos gustaría que algunos de los políticos que tan fácilmente enuncian las bondades del discurso de la competitividad, se sometieran a las convocatorias en régimen competitivo y a la dura carrera académica a la que nos vemos sometidos los universitarios en nuestro quehacer diario".
Para el máximo representante de la institución académica, es preciso "que no se utilice el falso discurso de la competitividad universitaria de forma demagógica e irresponsable para desacreditar el pronunciamiento institucional que hemos hecho respetuosamente respecto a la posible implantación de una universidad privada en la isla de Tenerife. Porque insisto: este rector no está en contra de la libre competencia, ni le preocupa competir con otras universidades, como ya hemos justificado. Lo único que hemos querido manifestar es que una decisión de ese alcance requiere un estudio de las repercusiones que puede tener en un sistema universitario como el canario".
¿Universidad privada para todos?
Doménech apuntó que si algo ha demostrado la sangrante actualidad es que el mercado no se autorregula solo. "Ese darwinismo social y económico nos confronta con sus propias contradicciones cuando analizamos la realidad desde la perspectiva de sus perjudicados. Por lo que con nuestro pronunciamiento, antes que nada, le hemos recordado a los poderes públicos, competentes en la autorización de dicha implantación, su responsabilidad a la hora de velar por la sostenibilidad de una oferta pública de enseñanza superior de calidad, es decir, para todos los canarios". El rector dijo no comprender que se pueda justificar periodísticamente la entrada de una universidad privada con el lema "más universidades para todos", por lo que se preguntó "¿Universidad privada para todos? Creo que el interrogante es suficientemente explícito".
También añadió que cuando se argumenta sobre la base de otras realidades universitarias continentales como Madrid o Barcelona, "resulta del todo inadecuado compararlas con una realidad territorial y demográfica como la nuestra". De hecho, sostuvo que tanto que se utilizan, desde determinadas opciones políticas, nuestras condiciones peculiares (ultraperificidad, fragilidad, discontinuidad territorial) para otras reclamaciones mucho más discutibles, "resulta extraño que no se apliquen a la hora de anticipar las consecuencias distorsionantes que pueda tener la alteración del actual sistema universitario canario. La altura de miras que se le pide a la ULL debería corresponderse con el rigor y la responsabilidad de quienes tienen que velar por el interés general".
Doménech aprovechó en este punto para explicar una vez más la postura de la universidad sobre este asunto: "Nosotros, responsablemente, lo único que hemos solicitado desde el Consejo de Gobierno de nuestra universidad es que se nos informe de la solicitud de implantación de la universidad privada y que, previamente a su autorización, se realicen los estudios independientes necesarios que evalúen el impacto sobre la sostenibilidad económica y la oferta de nuevas titulaciones en las universidades públicas. Porque sería del todo inaceptable que una titulación se oferte desde la privada y que por ello se imposibilite su implantación en una pública".
Así, insistió en "la necesaria vertebración del sistema universitario canario a través de un nuevo marco legal, en el que se aporte una visión anticipatoria y planificada de lo que debe ser el modelo de enseñanza superior de nuestra comunidad autónoma, tanto desde el punto de vista de la configuración de la oferta docente e investigadora, como de la financiación. Sólo así será posible que las universidades públicas canarias puedan cumplir la misión de ser motor del cambio y el progreso social y económico de nuestra tierra".
Eduardo Doménech dijo estar sorprendido de la falta de apego a lo público de muchos responsables políticos "que se han manifestado de forma casi iracunda contra nuestras opiniones como universitarios". El rector añadió que es en este seno universitario en el que se ha solicitado un debate responsable y meditado acerca del futuro mapa universitario de Canarias, "mientras que se nos ha respondido con argumentos siempre tendentes hacia las bonanzas de lo que es privado y que sólo podrán pagar unos pocos. ¿Es que ya nadie defiende lo público? Curioso", agregó.
Cerró su intervención alegando que la Universidad de La Laguna continuará trabajando para seguir ampliando su vocación social y de excelencia. Como muestra de ello citó la intención de empezar el próximo curso con la implantación en la isla de La Palma de los estudios de Enfermería, o la apuesta decidida por presentarse, conjuntamente con la ULPGC, a la convocatoria de Campus de Excelencia Internacional del 2010. "Estoy convencido que la ULL estará a la altura de los tiempos. Esperemos que los representantes de nuestra sociedad también lo estén", concluyó.
