La excomisaria europea de Relaciones Exteriores y Política Europea de Vecindad, Benita Ferrero Waldner, visito hoy viernes 17 de mayo la Universidad de La Laguna. Y lo hizo para promover la cooperación entre la Unión Europea, América Latina y el Caribe, a través de la fundación que preside, en un intento de trabajar por la globalización a través del fomento de la cultura. En su opinión, la digitalización representa el principal cambio en el modelo cultural, ya que afecta a toda la cadena de valor.
La ponente, que fue secretaria de Estado para Asuntos Exteriores en Austria, y después ministra del mismo ámbito desde 2000 a 2004, ofreció una conferencia en la que abogó por la diplomacia cultural, la cooperación y la movilidad internacional.
La experta, que vino a la ULL de la mano de la Cátedra Cultural de Hermenéutica Crítica, el Centro de Estudios Interdisciplinares Latinoamericanos y la Facultad de Derecho, defendió el papel de Canarias como plataforma tricontinental con conectividad atlántica. “Las regiones ultraperiféricas han experimentado un cambio para convertirse en plataformas socioeconómicas, y Canarias juega aquí con especial ventaja, dado su enclave geográfico privilegiado”. Así, apuntó que lo que en su día fue una debilidad hoy se ha convertido en una fortaleza. También destacó que mientras durante mucho tiempo hubo cierta asimetría en la colaboración entre Europa y América Latina, a favor de la primera, este patrón está empezando a variar.
La que fuera comisaria europea con el primer mandato de Barroso afirmó que “navegando por el mundo de la diplomacia cultural se descubre que la lengua es una cuestión fundamental”, por lo que defendió enfáticamente el aprendizaje de varios idiomas.
También hizo hincapié en la difusión cultural. “No podemos legislar para la inspiración y la belleza, pero sí para el fomento de la creatividad”. En su opinión, la cultura es un bien público en el que todos los ciudadanos tienen su participación. “Nos ayuda a entender de dónde venimos y a definir lo que queremos ser”.
La cultura permite también dar forma a nuestra propia identidad, agregó, de tal manera que es una fuerza vinculante para las regiones. “Con ella se rompen las barreras del idioma y de los prejuicios”, por lo que el objetivo ha de ser la promoción de la diversidad cultural y también el diálogo intercultural. Instituciones como el Instituto Cervantes, el Instituto Goethe o la Fundación Calouste Gulbelkian contribuyen desde su punto de vista a construir Europa.
La educación, la cultura y la juventud deben tener prioridad en el diálogo europeo. Para apoyar este enfoque, la ponente relató los programas que la UE gestiona (Programas Cultura, Mediomundus, Creativa) en este ámbito. Junto con la globalización, la digitalización representa el principal cambio en el modelo cultural, ya que afecta a toda la cadena de valor, recalcó la conferenciante. En este punto, adelantó que la UE creará una línea de crédito para mejorar la financiación de pequeñas y medianas empresas en este sector.
La presidenta de la Fundación Unión Europea con América Latina y Caribe (EULAC) destacó que pretende ofrecer una visión transversal en la cultura y de la cooperación internacional. En su ponencia también tuvo palabras para el papel de las universidades a ambos lados del Atlántico, que, pese a sus diferencias, “se basan en el mismo acervo cultural, lo que permite un ámbito de actuación conjunta”.
Hoy la cooperación entre instituciones de educación superior es más estrecha que nunca, aseveró, y para ello puso como ejemplo el programa de intercambio europeo Erasmus, que ha permitido a casi tres millones europeos conocer otro país de la UE. “Es sin duda el programa más exitoso en la integración europea. Erasmus demuestra que el intercambio es la mejor manera de conocer otras culturas y otras dimensiones”.

