El grupo de trabajo que elabora la propuesta del Pacto por Tenerife para Canarias sobre ‘Participación Ciudadana’ avanza en su labor mediante el desarrollo de un nuevo encuentro celebrado en la Facultad de Humanidades, Sección de Geografía e Historia, abordando en esta oportunidad el papel que debe desempeñar la dimensión ciudadana. Junto al marco institucional y a la esfera profesional y el ámbito universitario, conforman las perspectivas que se han establecido para organizar el debate y las aportaciones formuladas por las personas participantes.
En esta oportunidad, la reflexión y el debate se orientaron de manera preferente hacia la actualización y renovación de las organizaciones ciudadanas, tanto en lo relativo a las personas que las gestionan como en lo concerniente a su funcionamiento y métodos de trabajo, proceso que derive asimismo en la revisión crítica de sus objetivos y estructuras. Existe además cierta preocupación por la autonomía de las organizaciones: se entiende que en muchos casos están demasiado influidas por los partidos políticos. La formación en ciudadanía y participación social adquiere en este sentido cada vez más importancia, así como la necesidad de abrirse a renovadas formas de participación utilizando en parte las nuevas tecnologías.
También se aboga por mejorar los canales y ámbitos para la expresión de la opinión de la ciudadanía, así como la promoción de espacios de relación más horizontales, removiendo obstáculos que a veces son infranqueables en las instituciones y en los propios medios de comunicación social, que dificultan el desarrollo de la participación ciudadana. Y es que, se entiende que todavía no se dan plenas condiciones para que se pueda desarrollar una participación enteramente democrática. De este modo, se plantea ampliar el protagonismo de la ciudadanía en las instituciones, dedicando por ejemplo más tiempo en los Plenos a la intervención vecinal.
Otro aspecto a considerar es la incentivación del trabajo comunitario con objetivos y proyectos duraderos o más estructurales, que generen mayor cohesión y tejido social, para lo que es necesario potenciar el trabajo en red, favorecer las relaciones inter-asociativas, socializar recursos, intercambiar herramientas y experiencias, etc. Para ello es preciso el encuentro permanente y horizontal de la ciudadanía con el resto de protagonistas, recursos técnicos y responsables políticos, y además, aprovechar el conocimiento que posee la primera de su entorno en el desarrollo de iniciativas que contribuyan a la mejora de su realidad. En este sentido, resulta cada vez más importante visibilizar las experiencias y los resultados obtenidos de las experiencias comunitarias, procurando una mayor presencia en los medios de comunicación social con el fin de compartir los avances y motivar a más personas y colectivos.
Fomentar una cultura de corresponsabilidad de la ciudadanía basada en la educación en valores (respeto, igualdad, etc.) supone asimismo un aspecto fundamental para mantener la motivación, la ilusión y el compromiso en el tiempo para procurar la sostenibilidad de los procesos participativos. También potenciar las nuevas realidades y los nuevos movimientos sociales que estimulan la participación. Aquí es trascendental seguir trabajando en la implicación e inclusión de las personas jóvenes en la dinámica comunitaria, y también, aprovechar las formas de participación que promueve este grupo social para refrescar los procesos participativos.
El Rectorado convocó el 21 de julio una nueva sesión de trabajo en las instalaciones antes citadas del Campus de Guajara, con el objetivo de abordar los aspectos comunes a las dimensiones ya discutidas. A partir de ahí, se realizará una síntesis general analizando y debatiendo acerca de los elementos compartidos por el conjunto de perspectivas. Está previsto que el documento final sobre ‘Participación Ciudadana’ se pueda concluir durante el próximo mes de septiembre.
