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El hispanista cómplice de la ULL

jueves 09 de diciembre de 2021 - 11:21 GMT+0000

Ndioro Sow es profesor en la Universidad senegalesa Gaston Berger. Hispanista de profesión, es mucho más que eso: es nuestro cómplice. Gracias a él, la ULL pudo llevar a cabo la restauración de una escuela de primaria en Saint Louis. Sencillo y comprometido, trabaja por la transformación de su país. Es un claro líder local, todo el mundo acude a él. Sencillo y discreto -solo cuento con mi voluntad, dice- Ndioro Sow es una persona fuera de lo común. Pese a sus orígenes humildes, logró labrarse una carrera universitaria y ahora ejerce como profesor en la Universidad Gaston Berger de Saint Louis. Los políticos lo paran por la calle y le preguntan su opinión sobre esto y lo otro, y es que Sow se ha convertido en un referente en su comunidad. Culto, afable, educado, habla con todos y tiene muy claro que lo suyo no es solo la docencia universitaria, sino la transformación de su país.

Gracias a su complicidad y su entrega, la Universidad de La Laguna pudo restaurar una depauperada escuela del barrio pesquero de Hydrobase, donde él mismo reside, haciendo uso de unos fondos de cooperación del Gobierno de Canarias. Se trataba de un espacio en condiciones deplorables, casi inservible: techos y ventanas rotas, sin aseos, sin mobiliario para las clases. Todo ello en medio de un barrio lleno de niños y niñas en cada esquina y con evidentes necesidades materiales de todo tipo. El centro acoge hoy a unos 700 niños y niñas de siete a trece años y también alberga a los colegiales del barrio vecino de Fass Dièye, igualmente depauperado, con altas tasas de analfabetismo y abandono escolar.

El Vicerrectorado de Proyección, Internacionalización y Cooperación se apoyó en la cada vez más sólida relación con la Gaston Berger, pero sobre todo en Ndioro Sow, para llevar a cabo la reforma del espacio educativo, que ha devuelto la esperanza a cientos de niños. Así, el profesor contactó con la empresa contratista y se implicó de lleno en la supervisión de la obra para que en el tiempo previsto de ejecución de la subvención todo el trabajo saliera adelante. Es, a todas luces, el socio más fiel de la Universidad de La Laguna en el país africano.

“Yo era como los otros, muy pobre, de padre militar en la época colonial y madre pescadora, pero gracias a la educación pública y a saber aprovechar los recursos logré llegar a la universidad y realizar mi doctorado. Con lo poco que sé y lo poco que tengo intento ayudar a modernizar el entorno en el que vivo”. Con todo, a pesar de las deficiencias de Hydrobase y en general de la zona de la Langue de Barbarie, en Saint Louis, “somos un destino atractivo para mucha gente de otros barrios de la ciudad que no tienen nada, y que ven alguna posibilidad de subsistencia con el negocio de la pesca”, explica.

Español de la diáspora

Sow llega a la Universidad de La Laguna, que ya ha visitado en varias ocasiones, en el camino de vuelta a Senegal, tras ser invitado por el Instituto Cervantes en Madrid a participar en el II Encuentro de Hispanistas África-España, con motivo del trigésimo aniversario de esta institución, que además próximamente abrirá sus puertas en su nueva sede de Dakar.

Senegal es una nación muy abierta a influencias de todo el mundo, y en este punto también las grandes figuras del fútbol español han marcado tendencia en su país. La realidad migratoria y el hecho de que Senegal sea punto de salida hacia Europa ha aumentado el interés de los senegaleses por nuestro país, como también lo ha hecho el hasta ahora Aula Cervantes ubicada en la capital senegalesa, que ha fortalecido la relación de las universidades del país subsahariano con el español, con actividades y recursos documentales puestos a disposición del alumnado.

Como buena parte de los africanos, a Ndioro Sow su interés por el español le vino por el gusto por la música latinoamericana, hace mucho tiempo, especialmente la cubana. “Se debe a un capricho de niño, de los años 80 e incluso antes. Latinoamérica ha sido una pasarela para unir el gusto por lo español en su conjunto”, dice. Hoy es profesor de Literatura Hispanoamericana Contemporánea en la Universidad Gaston Berger de Saint Louis y puede incluso decirse que fue el fundador del Departamento de Lengua Española y Civilizaciones Hispánicas allí. Entre 700 y 800 estudiantes estudian en ese centro académico nuestra lengua, asistidos por 16 profesores. La mayoría de los docentes son senegaleses, expertos en lingüística, literatura o civilización hispánica, pero los hay igualmente de otras nacionalidades europeas.

Tiene muy claro que el español no es solo la lengua de los hispanohablantes, sino que va más allá. Es un patrimonio que ha traspasado las fronteras conocidas y su estudio se da desde hace tiempo el ámbito anglosajón o en el francófono, pero, como novedad, ahora entra en escena el ámbito puramente africano, como el suyo, con investigadores que ya no tienen que pasar por Francia para estudiar español, sino que lo hacen directamente en su país de origen. Relata que la presencia de figuras africanas en la literatura en español no es ni mucho menos reciente. De hecho, data del Siglo de Oro, en narrativas como las de María de Zayas, la comedia de Lope de Vega o en las Novelas Ejemplares de Cervantes. Esto es solo un comienzo, dice, porque ‘el negro’ aparece igualmente en textos del Caribe y de América del Sur.

Ahora trabaja sobre escritoras como la nicaragüense Gioconda Belli e Isabel Allende, “una vertiente de la literatura hispanoamericana bajo un ángulo de feminismo y compromiso”, y también se interesa por el argentino Abel Pose. Ndioro Sow realiza en estos momentos un trabajo comparativo afroamericano, poniendo en contraposición los movimientos dictatoriales a través de autores como el paraguayo Augusto Roa Bastos y el marfileño Ahmadou Kourouma. “Son dos continentes que han conocido unos episodios muy difíciles”, y hay que decir que el tratamiento que se le ha dado a la historiografía no ha sido siempre el correcto, en opinión del filólogo. La censura y la cierta ocultación de esas realidades pesan sobre lo escrito, lo que ha fomentado a juicio de Sow la emergencia de una narrativa para rescatar la realidad. Miguel Ángel Asturias en su momento y después voces como García Márquez, Carpentier, Vargas Llosa o Roa Bastos tienen en su haber obras dedicadas a esos dictadores.

Al otro lado del Atlántico, también escritores africanos se han detenido en estos regímenes tiránicos. En attendant le vote des bêtes sauvages (Esperando el voto de las fieras), de Kourouma, es objeto de su atención en estos momentos, y de Guinea Ecuatorial destaca al escritor Donato Ndongo. “Hay, por tanto, un acercamiento tanto en África como en América del Sur hacia el estudio de estas figuras a partir de una narrativa que me interesa mucho”, sostiene.

Sow aprovecha su vista ciudades españolas para pasar un buen rato en alguna librería de referencia. En Madrid acude a la Casa del Libro, una de sus preferidas. En este último viaje se compró una obra de Vargas Llosa, Cartas a un joven novelista, una suerte de memorias acerca de sus inicios como escritor. “La Casa del Libro es una librería amplia, tiene de todo, pero debo lamentar la ausencia de la literatura africana de expresión española, es decir, la procedente de Guinea Ecuatorial”.

Tras el paso por Madrid y Canarias, ¿no deprime la vuelta al país de origen, de tan lentos avances? “En el terreno de la educación Senegal sí ha conocido un avance, pero es todavía insuficiente”, especialmente si se tiene en cuenta el aumento demográfico y el enorme peso de la población juvenil, más del 70%, señala. “Esto debe ser una interpelación a los políticos, no podemos esperar más”. Con todo, Sow tiene muy claro que se trata de una competencia de su país. “Este problema no se puede solucionar solo con la cooperación internacional; deben ser los propios gobiernos, con sus recursos y voluntad política, quien debe hacerlo. El desarrollo de un país nunca será solucionado por otro, porque la cooperación es un apoyo, pero nada más”.

Ndioro es de la ULL

Sow es ya un miembro más de la comunidad universitaria de La Laguna. El Vicerrectorado de Internacionalización acude a él constantemente para solucionar cualquier incidencia de movilidades extracomunitarias con su universidad. Las alianzas entre instituciones las hacen las personas, y este es un claro ejemplo de ello.

En esa relación de confianza, el siguiente paso es equipar la sala de ordenadores de la escuela rehabilitada de Hydrobase, y la Universidad de La Laguna ya está en eso. En breve se enviarán los equipos informáticos necesarios para que el aula pueda además ser centro de prácticas de estudiantes de este centro académico, que acudan allí a realizar sus trabajos de fin de grado o fin de máster o a poner en marcha proyectos de intervención socioeducativos y comunitarios por parte del profesorado, al tiempo que también servirá para fortalecer la competencia informática de los docentes de la escuela.

Gabinete de comunicación


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