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El origen de la vida: una cuestión que sigue suscitando preguntas

miércoles 19 de octubre de 2022 - 13:15 GMT+0000

Antonio Lazcano, prestigioso biólogo y científico mexicano e invitado al Campus América 2022, se interesó por el origen de la vida apenas con 11 años cuando, según él mismo explica, recibió algunos libros como regalo de cumpleaños que hablaban de esta misma cuestión, así como de microbiología, y algún juego infantil relacionado con la química. Unos obsequios que le generaron un interés tan profundo que, a día de hoy, con 72 años, no ha cesado su curiosidad.

La prestigiosa carrera científica de Lazcano podría dar pie a pensar en un rechazo automático del creacionismo, pero no es así. Para el biólogo, la religión y la ciencia no deben ser posturas contrapuestas. “Mi percepción es que, por ejemplo, en México, como pasa en muchos lugares con una cultura católica, la gente tiene ya muy claro qué es una explicación religiosa y qué es una explicación científica, por lo que considero que pueden convivir y que se han influenciado mutuamente”. En esta línea, aclara que “el darwinismo no está pensado para negar o afirmar la existencia de Dios, sino para comprender la diversidad pasada y presente de los seres vivos”.

Ahondar su curiosidad por entender el origen de la vida llevó a Lazcano a iniciar sus estudios y profundizar en todos los conceptos relacionados con la biología en sí misma y con la evolución. “Mi carrera se desarrolló en los Estados Unidos, en una época en la que el país apostó firmemente por la ciencia y la tecnología, teniendo en cuenta que la Unión Soviética llevaba ventaja en este ámbito”, recuerda. En este sentido, Lazcano atribuye, además de este hecho, a su inquietud personal y su personalidad curiosa el haberse embarcado en el estudio científico. “Tuve la suerte de tener a maestros ejemplares y, también, a compañeros que han sido mi referencia en muchos casos”, explica.

Y es que, para Lazcano, no hubo un único referente en este ámbito. Nombra así a varios colegas de la profesión como Stanley Miller, Alexander Oparin o la bióloga evolutiva Lynn Margulis, que además de influenciarle en el desarrollo de sus investigaciones y en el trazo de su carrera profesional y científica, coincidieron con él en diferentes momentos de su vida. “Tengo la buena suerte de que algunos además de considerarlos referentes han sido amigos míos”, explica.

Pese a que Lazcano recibió su formación en Estados Unidos, durante la entrevista pone en valor el gran trabajo en el ámbito científico que se desarrolla no solo en México, sino en toda Latinoamérica. “Tenemos los medios y no solo eso, sino una multitud de jóvenes que tienen interés por la ciencia y, en concreto, por el estudio de la evolución, por el origen de la vida”.

Un hándicap, según Lazcano, en el desarrollo y fomento de la ciencia en México está relacionado directamente con la política y los cambios de gobierno cada sexenio, ya que “las prioridades van cambiando cada seis años y eso puede provocar que no se apueste por un proyecto a largo plazo y, la ciencia debe ser precisamente eso, un proyecto a largo plazo”.

En esta línea, Antonio Lazcano alude al papel de los avances tecnológicos, que permiten ahondar en las preguntas que continúa suscitando el origen de la vida. “Disponemos de un instrumental analítico de conceptos en computadoras cada vez más poderosos, que facilitan el trabajo. Por ejemplo, en mi laboratorio llevamos muchos años investigando acerca del RNA y en la estructura de la energía, que nos permite acercarnos a la respuesta de cómo surgió en la tierra primitiva”, explica.

Asimismo, y gracias a esta tecnología punta, el biólogo mexicano, que acumula varios nombramientos Honoris Causa, explica que cuando comenzó la pandemia de la COVID-19 fue posible entender algunos aspectos del virus, relacionados con su evolución y las causas de las mutaciones, entre otras cuestiones. “Aplicamos instrumentos teóricos derivados de la informática, de la química, del RNA, etcétera, algo que nunca hubiéramos pensado que servía para un fin más práctico, preciso, que tenía una utilidad muy directa e interesante”.

Lazos que unen ciencia y conocimiento

 Antonio Lazcano destaca, durante la conversación, los lazos que unen la ciencia entre la Universidad de La Laguna y América, un vínculo que permite crear redes de trabajo en diferentes campos de investigación desde la detección de altas capacidades entre los estudiantes y estudio de enfermedades hasta descubrimientos relacionados con el origen de la vida, pasando por diversos ámbitos. “Creo que Campus América refuerza unos lazos históricos de una solidez extraordinaria, que permiten crear redes colaborativas y desarrollar proyectos muy interesantes”, apunta.

En este sentido, Lazcano expuso durante su ponencia el origen de la biología evolutiva poniendo en valor el experimento de Miller, una prueba que, según explica, supuso el inicio de la abiogénesis experimental y la primera comprobación de que se pueden formar moléculas orgánicas a partir de sustancias inorgánicas en simples condiciones ambientales adecuadas.

Darwin, Kant, Alexander Oparin y Stanley Miller son algunos de los nombres propios que se suceden en palabras del biólogo para abordar esta cuestión. “Los avances científicos, a lo largo de la historia, han permitido llegar a teorías y respuestas que, a su vez, han permitido ahondar en la formulación de nuevas e interesantísimas preguntas”, opina.

Y es que, el experimento de Miller, que partía, según explica Antonio Lazcano, de la hipótesis de Alexander Oparin relacionada con que la atmósfera primigenia estaba compuesta por metano, amoniaco, dióxido de carbono, hidrógeno y agua, recreó las condiciones de la Tierra primitiva para hallar las reacciones químicas que surgieron de forma espontánea generando los primeros elementos químicos esenciales.

Las conclusiones del experimento han permitido, incluso, el desarrollo de una nueva rama de la biología relacionada con el estudio de la vida en el universo, la exología. “Tuve una amistad intensa con Miller, trabajamos en varios artículos científicos juntos”, admite Lazcano con orgullo, que define a su colega como un científico excepcional.

Debates científicos: a dónde vamos

Para el científico mexicano “el mejor indicador de la vitalidad de un área de estudio es el tipo de preguntas y debates que se generan”, en el caso de la biología evolutiva asegura que estas conversaciones han llegado a determinar que “es indispensable un enfoque darwinista para poder entender no solo el origen de la vida, sino otras cuestiones como, por ejemplo, el desarrollo de una pandemia o la preservación de un gen”.

Son estos debates los que elevan y ramifican las investigaciones científicas y que permiten que a día de hoy la conversación esté centrada, según indica Lazcano en “querer entender cómo surgieron moléculas como el RNA, moléculas como las primeras proteínas y cómo se dio la interacción entre ellas”. En este sentido, repite la idea de que esta es la parte más enriquecedora de la ciencia: ahondar para encontrar nuevas preguntas que contestar.

Sobre esas teorías y conclusiones, que permiten un conocimiento integral de la biología, habla Lazcano en su libro El origen de la vida, un ejemplar dedicado no solo al estudio de cursos de nivel medio-superior, sino a las personas que desean adentrarse en la biología y conocer los principales conceptos de este ámbito, y que se convirtió hace ya varios años en best seller. “Yo creo que la gente tiene muchos deseos de entender de dónde venimos, cómo se estudia la vida y, ahora, estoy pensando seriamente en tomarme un año sabático para hacer una nueva versión del libro actualizada”, adelanta.

Una carrera marcada por la curiosidad

El prestigioso científico Antonio Lazcano nació en Tijuana, el 10 de abril de 1950. Estudió la licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde posteriormente obtuvo el grado de doctor en Ciencias. Durante su carrera, se ha especializado en el estudio del origen y la evolución temprana de la vida, embarcándose, en los últimos años, en la tarea de caracterizar las propiedades de los diferentes tipos de RNA polimerasas para detectar componentes antiguos de estas enzimas, que pueden ser más antiguas que el DNA mismo, entre otras investigaciones.

Actualmente, es miembro del Colegio Nacional de México y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), además de ser doctor Honoris Causa por la Universitat de València.

Lazcano es el único latinoamericano que ha presidido la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida (ISSOL) dos veces consecutivas. Además, ha publicado más de 200 artículos y capítulos en revistas sobre ciencia para el público general y ha escrito algunos libros como El origen de la vida o La chispa de la vida.

También ha formado parte de diferentes consejos asesores, entre ellos los de la NASA y otras organizaciones internacionales. Entre sus logros, acumula el haber recibido la Medalla de los Fundadores de la Universidad de San Francisco de Quito (2005), así como el Premio Universidad Nacional en Investigación en Ciencias Naturales de la UNAM (2007) y la Medalla Guillaume del College de France (2018), entre otros galardones.

Gabinete de Comunicación


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