El salón de actos de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna acogió ayer lunes 9 de noviembre el acto de presentación del Curso de Acceso para Mayores de 25 años (CAM 25) así como el previsto para personas con más de 45 años (CAM 45), que es novedad en este curso académico. Más de 400 personas se han matriculado en estas dos iniciativas, de carácter obligatorio, y cuya superación permite la matrícula en sendas pruebas de acceso para poder cursar estudios universitarios.
La vicerrectora de Alumnado, Juana María Rodríguez, señaló que una de las misiones de la universidad es la formación a lo largo de toda la vida, así como el desarrollo de competencias para una mejor adaptación al mundo laboral. “Queremos facilitar el aprendizaje del alumnado y deseamos que accedan con éxito a las titulaciones universitarias, por lo que les animo a emprender la senda universitaria, un camino apasionante”, apuntó.
El responsable de los cursos de acceso, Antonio Adelfo Delgado, agradeció la colaboración del Centro de Enseñanzas de Adultos (CEAD) en esta iniciativa, al tiempo que recalcó que “el estudio lleva cierto sacrificio, pero cuando los resultados son satisfactorios, vale la pena”.
La prueba para el examen a los mayores de 25 está ordenada en dos fases: una general, con ejercicios de comentario de texto, lengua castellana y lengua extranjera, y otra específica con tres ejercicios del área de conocimiento al que pertenezca la titulación a la que el alumno desea acceder, mientras que el examen para los mayores de 45 está basado sólo en el comentario de texto y lengua castellana. Superada esta fase, el inscrito habrá de enfrentarse a una entrevista personal. Las clases preparatorias para estas dos pruebas se impartirán, en ambos casos, principalmente en el módulo C de Educación, Biología, Química, Física y Matemáticas. Las de los alumnos mayores de 25 años comienzan hoy mismo, mientras que las del cupo de 45 se iniciarán la semana próxima.
La universidad desea también que los alumnos de estas vías de acceso se familiaricen con la docencia virtual, dado que todas las titulaciones a partir del año que viene pasarán a ser grados, y en todas ellas se usará este tipo de plataforma, si bien no se perderá el carácter presencial de las clases, que se celebrarán siempre en horario de tarde.
El jefe de servicio de Alumnado, Fermín Martín, comentó a los alumnos que estamos en un momento de tránsito normativo, lo que crea cierta indefinición. Un ejemplo de ello es la validez académica de estos cursos preparatorios, ya que si hasta ahora la prueba no tenía ningún valor con respecto a equivalencias externas, esto ha cambiado, y ahora superar la prueba de mayores de 25 es equivalente al título de bachiller, no a tenerlo en sí, pero sí sirve para el empleo público o profesional, siempre bajo determinadas circunstancias. Sin embargo, y al menos por el momento, los mayores de 45 que superen su respectiva prueba de acceso no disponen de estas equivalencias.
La prueba es una credencial de acceso a un nivel educativo, señaló el experto, en este caso a todas las titulaciones universitarias, aunque otra cosa es superar los procesos de preinscripción para acceder a estudios con límite de plaza o cupo restringido que contemplan algunos estudios.
Los alumnos pueden hacer la prueba en la universidad que se quiera, aunque lo conveniente es hacerlo en aquélla donde figura el estudio que se desea cursar. En el caso de los mayores de 25 años, pueden realizar el examen en la Universidad de La Laguna y estudiar en otra, por ejemplo, pero hay que tener en cuenta que al cambiar de centro académico se pierden las preferencias en el acceso. “Estamos intentando que haya reciprocidad de tratamiento entre la Universidad de La Laguna y la de Las Palmas de Gran Canaria”, apuntó el jefe de servicio, si bien este hecho depende de la Consejería de Educación del gobierno regional.
¿Se puede mejorar la nota de la prueba sin necesidad de realizar otra vez el curso? Sí, tantas veces como se quiera, y siempre prevalecerá la mejor nota, al menos en las universidades canarias, mientras que en las del resto del territorio nacional figurará la última calificación obtenida.
Universidad diversificada
Por su parte, el rector de la institución académica, Eduardo Doménech, resaltó el hecho de que desde hace unos años, las universidades están haciendo un gran esfuerzo por diversificar su catálogo formativo. “Así, además de nuestro público más habitual, el de los jóvenes que han finalizado el bachillerato o los ciclos formativos de grado superior, estamos potenciando la enseñanza a lo largo de la vida mediante la ampliación de nuestros posgrados, destinados a profesionales en ejercicio que desean reciclar sus conocimientos, y a los recién graduados que buscan especializarse en un área determinada”.
“Dentro de esta ampliación de nuestro catálogo de titulaciones”, continuó, “una de las ofertas más novedosas y socialmente comprometidas es la destinada a facilitar la entrada a personas que, por diversas circunstancias, no pudieron acceder a los estudios universitarios en el momento de finalizar la Enseñanza Secundaria, y desean retomarla a una edad más avanzada. La oferta pionera en este sentido fue la de mayores de 25 años, que se ha consolidado y desde hace tres años registra cada vez más inscritos, de tal manera que cada curso contamos con más alumnos de este grupo demográfico cursando titulaciones oficiales”. En noviembre de 2008, el Gobierno estatal amplió la oferta creando una nueva vía de acceso a los mayores de 45 años. “Este será el primer año que se imparta, por lo que ustedes serán los pioneros”, dijo el rector a los nuevos alumnos.
Las pruebas de acceso para mayores de 25 y 45 se celebrarán en el primer cuatrimestre del próximo año, pero antes deberán pasar por un curso que les servirá para prepararse adecuadamente de cara a estos exámenes. “Hasta hace un año, estos cursos eran de carácter voluntario y era posible presentarse directamente a las pruebas sin haberlo realizado”, relató el rector. “Sin embargo, la experiencia demostró que los estudiantes que se preparaban por su cuenta tenían una tasa de éxito abrumadoramente menor que la de aquellos que sí habían pasado por el curso. Por ello, se decidió que esta formación fuera de carácter obligatorio, en aras de facilitar las oportunidades de éxito para todos”.
Doménech sostuvo que gracias a este curso, los alumnos van a aprender a lidiar con esa tensión, a organizarse y a lograr compatibilizar su vida diaria con la actividad académica. “La vida universitaria no es sencilla, pero es muy gratificante”, declaró.
