La Biblioteca General y de Humanidades del campus de Guajara acogió hoy martes 26 de abril el acto de presentación de las memorias de investigación de 2004 de los institutos universitarios. Se trata del resumen de actividades que estos centros desarrollaron dentro de su ámbito de competencia y donde, aun teniendo en cuenta la variedad de campos científicos que abarcan, se concluyó que la prioridad es la transferencia tecnológica a la empresa, pese a que el tejido industrial y empresarial de Canarias no cuente con la capacidad deseada para absorber estas innovaciones.
La Universidad de La Laguna dispone de seis institutos universitarios dedicados a la investigación, de los que cuatro acudieron a la cita de esta mañana, mientras que los otros dos excusaron su presencia. El primero en intervenir fue el director del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, Basilio Valladares, quien esbozó las principales líneas de actuación de este centro, el de más reciente creación.
Con poco más de una decena de profesores adscritos a este centro, la producción científica de 2004 no fue nada desdeñable: 28 publicaciones, de las que 24 contaban con índice de impacto, además de dos libros. Los principales campos en torno a los que se investigó el pasado año estaban relacionados con la faunística y epidemiología parasitaria, la ecología insular y terrestre, el diagnóstico parasitario, la quimioterapia antiparasitaria, la genética humana y de poblaciones o la inmunología, entre otras.
Todas las líneas de investigación están vinculadas a proyectos, de los que durante el año pasado había diez en vigor. Además de los contratos y convenios suscritos con empresas y entidades, Valladares dio cuenta de las comunicaciones a congresos, actividades formativas y participación en cursos y seminarios desarrollados el pasado ejercicio.
Por su parte, la directora del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales, Teresa González de la Fe, relató lo sucedido con este organismo desde su creación, en 1982. Reconoció que este centro ha sufrido distintos picos de actividad y que ha habido momentos incluso en los que su desarrollo ha sido prácticamente nulo. La sociología, la antropología, la ciencia política y de la administración y la economía aplicada son las principales áreas que tienen presencia en este instituto, con varios proyectos nacionales y regionales y con una red europea sobre mujeres en la actividad pesquera.
Al tratarse de investigación en el campo de las ciencias sociales, no cuentan con ninguna publicación que haya obtenido índice de impacto, lo que la vicerrectora de Investigación y Desarrollo Tecnológico, Carmen évora, consideró relativamente habitual, pero a continuación añadió que hay que ir tendiendo a que las publicaciones en este ámbito sean también competitivas.
En cuanto al Instituto de Desarrollo Regional, fue su secretario quien intervino, Eduardo Martínez Budriá. Aclaró que la historia del instituto podía dividirse en dos etapas, y que a él le correspondía dar cuenta de la segunda, a partir de julio de 2002, momento en el que contaron con 16 investigadores de tres áreas de conocimiento. Tras la correspondiente reforma de los estatutos internos del centro, hoy son sesenta investigadores los que han formalizado su pertenencia al instituto, abarcando líneas de trabajo como la economía de la salud, el turismo, economía de la energía, economía social en el mundo rural, mercados financieros y mercados locales o economía internacional, entre otras. La necesidad de apoyo administrativo y una mayor coherencia interna entre los grupos e investigadores son los dos retos destacados por Budriá en su presentación.
Víctor Sotero, director del Instituto de Bioorgánica Antonio González (IUBO), fue el encargado de resumir la actividad de este centro durante 2004. Con 102 investigadores en once grupos de investigación, el IUBO trabajó el pasado año en 27 proyectos nacionales e internacionales, centrados en su gran mayoría en el campo de los productos naturales y, últimamente, enfocándose hacia la biomedicina. La casi nula presencia de empresas químicas o farmacéuticas en Canarias dificulta sin lugar a dudas la transferencia tecnológica, añadió el director, quien también destacó otras líneas de actuación del IUBO, como son la búsqueda de insecticidas y repelentes naturales, la búsqueda también de sustancias con actividad antitumoral, la síntesis de sustancias con actividad biológica relevante o de productos naturales de origen marino. Con unas ochenta publicaciones en 2004, el IUBO contó el año pasado con quince estancias cortas de investigación, participación en 16 congresos internacionales y 56 nacionales y cuatro tesis doctorales.

