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Inaugurado el Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública

viernes 02 de junio de 2006 - 00:00 GMT+0000

El salón de actos de la Facultad de Farmacia acogió hoy jueves 1 de junio el acto de apertura del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, con el objeto de dar estabilidad y proyección a las líneas de investigación que sobre medicina tropical y parasilotogía se llevan desarrollando en la Universidad de La Laguna desde hace tiempo.

Un total de trece profesores investigadores y 31 alumnos de tercer ciclo o contratados trabajarán a partir de ahora en el nuevo inmueble, ubicado en las proximidades de la Facultad de Farmacia, y que ha sido construido con fondos del Cabildo de Tenerife y equipado por el Gobierno autónomo.

En el acto de apertura, presidido por el presidente del ejecutivo regional, Adán Martín, y por el rector, ángel M. Gutiérrez, estuvieron también presentes la consejera de Sanidad, María del Mar Julios; el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior; la alcaldesa de La Laguna, Ana Oramas y el director del nuevo instituto investigador, el parasitólogo Basilio Valladares.

Todos coincidieron en la necesidad y en la oportunidad de este instituto, como una valiosa herramienta para intentar paliar la situación de miseria e insalubridad en la que viven los países vecinos del continente africano, y cuyo flujo migratorio hacia nuestras costas ha sido una constante diaria en estas últimas semanas.

Nuestra situación geográfica, calificada de estratégica por los representantes políticos, y los importantes recursos humanos y tecnológicos con los que cuenta el archipiélago, adujeron, hacen que el trabajo que se desprenda del instituto universitario tenga los mayores visos de proyección internacional.

El director del centro, Basilio Valladares, agradeció al anterior rector, José Gómez Soliño, el impulso que dio hace unos años para la creación del instituto, al tiempo que también se congratuló del seguimiento que ha realizado el actual rector, ángel M. Gutiérrez, para llevar a buen término su finalización.

ética en la investigación

El rector aprovechó el acto de inauguración para hacer algunas reflexiones sobre la actividad investigadora. En primer lugar destacó que ésta debe ser contemplada en pie de igualdad con la otra a la que suele dedicarse más atención por los responsables públicos, la docencia. Para ángel M. Gutiérrez, la investigación de calidad se logra contratando a los mejores y fomentando la mayor implicación de nuestro profesorado en las tareas investigadoras.

En este punto se felicitó de que la reforma de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) presentada por la ministra de Educación a comienzos de esta semana persiga el reforzamiento de las tareas de investigación y la transferencia de conocimientos por parte de las universidades. La mejora de la investigación se consigue también con la búsqueda comprometida de fondos públicos para desarrollarla, lo que, además, puede mejorar significativamente nuestros indicadores en esta materia, agregó.

Pero el grueso de la intervención del rector estuvo centrado en un asunto que a veces se olvida, dijo, la ética en la investigación. ángel M. Gutiérrez sostuvo que es importante el reconocimiento de la complejidad, del carácter multifacético de los problemas y también, posiblemente, supone la diversidad de respuestas aceptables: un sano pluralismo con mínimos de convergencia. Se trata de reconocer la originalidad de los retos y la necesidad de la búsqueda de respuestas inteligentes.

Añadió que desde una perspectiva ética hay que vigilar los riesgos colaterales que pueden surgir en el desarrollo de una investigación, si ésta se emprende sin las precauciones necesarias, si interesa más la búsqueda del prestigio personal que la búsqueda de verdades, si con fondos públicos se hace investigación exclusivamente dirigida al beneficio personal o de las empresas privadas, si se investiga preocupado tan solo por el empleador, descuidando la responsabilidad ante la sociedad.

Qué sería una buena investigación?, se preguntó el rector. La buena investigación es la que se traduce en la producción de nuevo conocimiento teórico o práctico, básico o aplicado, llevada a cabo con la mejor utilización de los recursos y con la mínima producción de daño o malestar.

Una buena investigación, continuó, supone proceder con honradez, lo que quiere decir con fidelidad a la información obtenida, sin amaños ni tergiversaciones. Seguir el método científico y los protocolos de que se ha dotado la comunidad científica, no utilizar fondos materiales de origen no transparente, no apropiarse de lo hecho por otro investigador o por un estudiante, no acomodar los hechos a las expectativas, a los temores o a los prejuicios, fueron otras respuestas que esgrimió ángel M. Gutiérrez a la pregunta.

Desde la perspectiva de la investigación universitaria, es preciso hacer frente con creatividad y valentía a la tendencia predominante de elevar lo económico a un lugar preponderante y de devaluar casi todo lo demás, afirmó.

El rector concluyó su intervención asegurando la la mejor disposición de los miembros del Instituto de Enfermedades Tropicales para actuar siguiendo estos principios, y tendrán, si actúan así, todo el apoyo de la comunidad universitaria que hoy me honro en presidir.


Archivado en: Investigación, ULL