Un total de cincuenta empresas canarias han presentado más de un centenar de proyectos de innovación gracias a la ayuda de los gestores de I+D+I formados por la Universidad de La Laguna, a través de un programa de dinamizadores diseñado por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) y financiado con fondos FEDER, mediante la Dirección General de Fomento Industrial y Nuevas Tecnoogías de la Consejería de Industria.
Este programa, que se ha extendido durante seis meses y cuya clausura se celebró ayer 3 de noviembre en el centro académico, ha contado con la participación de cincuenta licenciados universitarios, que acudieron durante medio año a una cincuentena de empresas para apoyarlas en la presentación de proyectos, fomentar las acciones que permitan la innovación empresarial y, en definitiva, impulsar una mayor competitividad.
De esta cantidad, veinte universitarios van a ser contratados por las empresas en las que han colaborado, lo que supone, para la vicerrectora de Investigación y Desarrollo Tecnológico, Carmen évora, un gran avance, «en el sentido de que estas organizaciones han entendido que la innovación es un objetivo empresarial que debe formar parte de la propia estructura de la empresa». Además, añadió, de los cien proyectos presentados, la mitad concurren a convocatorias de la Consejería de Industria, mientras que el resto lo hace a otras de carácter externo, tanto nacionales como europeas.
En cualquier caso, precisó la vicerrectora, el éxito del programa de dinamizadores no sólo consiste en la contratación de éstos por parte de las empresas, sino en saber si han sido capaces de detectar nuevas posibilidades de colaboración entre los grupos de investigación de la universidad y el tejido empresarial canario, «para lo que se requiere un análisis más pausado del programa», dijo.
El director de la Oficina de I+D+I del Gobierno de Canarias, Julio Brito, que también estuvo presente en el acto de clausura del curso, comentó que este tipo de programas «meten una cuña» en la transferencia tecnológica de las empresas y «suponen una oportunidad nueva para cambiar la cultura de la empresa».
Para Brito esta iniciativa constituye un «proceso de aprendizaje mutuo» entre los dinamizadores y las empresas, «que ya cuentan con una cartera de proyectos» y que además se han ido familiarizando con la «capacidad de cooperación y trabajo en equipo», algo que, a su juicio, es imprescindible para fomentar la innovación. El responsable de la Oficina de I+D+I agregó que las tareas de innovación necesitan metodología y que, de hecho, «no se puede innovar si no se programa antes, si no se planifica».
Por su parte, el director general de Industria e Innovación Tecnológica del Gobierno de Canarias, Miguel Llorca, añadió que este tipo de iniciativas no tienen que estar asiladas, y que el objetivo del Gobierno regional es desarrollar un paquete de ayudas e instrumentos de apoyo adicionales.

