Para José Manuel González Páramo, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), la creación de la unión monetaria europea «ha sido un éxito desde todos los punto de vista, y no es esto lo que muchos esperaban». Para el economista, el euro supone un «experimento singular en la historia», que ha resultado exitoso «y posee las condiciones para seguir siéndolo».
González Páramo inauguró con su conferencia «La política monetaria del BCE. Una comparación internacional», las IX Jornadas de Economía Internacional que se celebran en la casa Anchieta de La Laguna entre el 23 y el 25 de junio. El encuentro está organizado por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de La Laguna y la Asociación Española de Economía y Finanzas Internacionales (AEEFI).
En el acto inaugural intervinoel presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, quien aprovechó la ocasión para exponer que el archipiélago experimenta un cambio de ciclo económico en el que, a su juicio, será necesario potenciar las infraestructuras y transportes para fortalecer la posición canaria como plataforma logística en el comercio tricontinental. También estuvieron presentes el rector de la Universidad de La Laguna, ángel Gutiérrez Navarro, la alcaldesa de La Laguna, Ana Oramas, y Simón Sovilla, presidente de la AEEFI.
Elementos estratégicos del BCE
El ponente afirmó que su conferencia sería «intelectualmente honesta, pero no neutral», dada su posición activa en el seno de una institución como el BCE. Así, censuró ciertas críticas desarrolladas en Europa que abogan por dar marcha atrás al proceso de unión monetaria. «Se trata de una postura absurda porque estamos en un escenario tipo ‘win win’, es decir, en el que todos han ganado». Aún así, reconoció que en general las reticencias han decrecido, en parte por la confianza creada en torno a la política de BCE.
Uno de los elementos que a su juicio ha facilitado el éxito de la política económica común es la independencia que poseen los órganos de decisión de política monetaria tienen formal y administrativamente. Dicha independencia está estipulada por el artículo 108 del tratado de la unión, que señala que ningún organismo económico comunitario podrá aceptar presiones políticas externas. Por supuesto, la contrapartida es la necesaria transparencia en la gestión, que para González Páramo es visible, entre otras medidas, en las comparecencias trimestrales que el presidente del BCE hace ante el Parlamento europeo.
El punto fundamental de la política del BCE es el objetivo de estabilidad de precios y evitar que la inflación supere determinados niveles. El indicador que se vigila es el índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC), que se ha fijado para la UE en un 2%. Aunque pueda parecer extraño, para González Páramo no es aconsejable que ese valor llegue a cero, pues debe existir un margen de maniobra en caso de darse un escenario de deflación, ajustar los sesgos de medición que se dan al calcular el índice de los precios, y evitar tasas de inflación negativas en algunos países. De ahí ese valor en torno al 2%.
El papel del análisis económico y monetario es fundamental para tener siempre información precisa de la situación económica. Y también es importante la comunicación de puertas para afuera, ya que ésta es un elemento que refuerza la confianza en la entidad. Parafraseó a un teórico de la economía que afirmó que «un Banco Central es creíble si la gente cree que hará lo que dice», a lo que el ponente añadió una reflexión de su propia cosecha: «Y para que la gente crea lo que decimos habrá que decir algo. Antes se defendía el oscurantismo, era raro que un director de banco dijera en público cuál era el IPC; la tendencia actual es justo la contraria».
González Páramo señaló que entre el BCE y la Reserva Federal, su equivalente estadounidense, tienen más similitudes que diferencias. Para finalizar, indicó entre los retos del futuro el control de los «boom» y las «burbujas económicas», algo complejo ya que «no se puede saber que es una burbuja hasta que estalla», y abogó por continuar con la política centrada en el control de la estabilidad de los precios y generar confianza y credibilidad entre la población.

