Carmen Arroyo López tomó el pasado viernes posesión de su cargo como directora de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de La Laguna. Le acompañarán en la dirección Carmela Quirce González y Julián Cabrera Figueroa, en calidad de subdirectores, y Margarita Hernández Pérez, como secretaria.
Los objetivos que se plantea Arroyo López y el resto de su equipo en estos cuatro años al frente de Enfermería y Fisioterapia tienen que ver con la adaptación de los planes de estudios a los nuevos criterios propugnados por el proceso de convergencia europea, y que hará que las hasta ahora dos diplomaturas se conviertan a partir de 2010 en títulos de grado con 240 créditos cada uno.
El centro también considera prioritario acometer algunas deficiencias en las infraestructuras del inmueble, al tiempo que mejorar la dotación de material de las dos titulaciones, marcadamente experimentales y muy necesitadas por tanto de docencia práctica.
Otro propósito de la escuela es mejorar su contacto con la sociedad, y para ello pretende poner en marcha un programa de foros de debate sobre temas en los que la enfermería podría tener nuevos campos de desarrollo profesional y compromiso, tales como la educación sanitaria de los jóvenes, la Ley de Dependencia, inmigración, violencia de género o derechos humanos.
«Tenemos las titulaciones más rentables de la universidad», apunta la directora, en el sentido de que los estudiantes, con un alto nivel vocacional y por tanto muy motivados, terminan sus estudios en los tres años previstos y se incorporan al mercado laboral prácticamente de inmediato. «La escuela hace un gran esfuerzo administrativo para que, a finales de junio, todos los estudiantes tengan su título en la mano y puedan por tanto comenzar a trabajar en los hospitales y centros de salud al día siguiente», concluye Carmen Arroyo.
