El Consejo de Gobierno de la Universidad de La Laguna aprobó en su sesión del pasado lunes 17 de julio las modificaciones de dos reglamentos dependientes del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Relaciones Institucionales: el referido al funcionamiento de las aulas culturales, y el que versa sobre las directrices generales de los cursos que organiza el vicerrctorado mencionado.
La modificación del reglamento de aulas culturales fue aprobada por 26 votos a favor, 1 en contra y 3 abstenciones. El texto recoge de manera general qué son y cómo se organizaran estos colectivos definidos como «espacios culturales abiertos a la comunidad universitaria».En la primera versión se los consideraba «entidades autónomas especializadas», pero tal redacción hubo de ser modificada ya que, según un dictamen de la asesoría jurídica, esa consideración sería contradictoria con los estatutos universitarios.
Otro punto que fue modificado es el referido a quiénes pueden ser directores de aula. Inicialmente, solamente se contemplaba la posibilidad de que fueran profesores y miembros del personal de administración y servicios. Con la modificación, el alumnado también puede dirigir una de estas entidades. El vicerrector de Extensión Universitaria, Cándido Román, argumentó que en la actualidad algunas de las aulas más dinámicas están dirigidas por alumnos, y que no caben suspicacias ante el hecho de que estudiantes manejen fondos universitarios, ya que el dinero que perciben es para proyectos concretos que han de ser aprobados por la institución, y están perfectamente fiscalizados.
Cursos
En cuanto a las directrices de los cursos de Extensión Universitaria, fueron aprobadas por 26 votos a favor, 2 en contra y 2 abstenciones. Rigen la manera en la que se deben presentar los proyectos para cursos de las diferentes convocatorias oficiales de la ULL, y qué requisitos han de cumplir para ser aceptados.
Una modificación que se incluyó es la referida a permitir que los cursos los dirigiera cualquier profesor o investigador de la ULL, ya que anteriormente solamente podían gestionarlo doctores. Según el vicerrector, esto se ha hecho porque hay determinadas áreas como Enfermería, Magisterio o Ingeniería, en la que la obtención del doctorado no es tan indispensable y que, con el texto anterior, se cerraba las puertas a que especialistas en estas y otras materias pudieran dirigir seminarios.
Otra novedad en la normativa es la inclusión de un punto que obliga a publicar durante 30 días las actas del curso en el tablón de anuncios del vicerrectorado, a fin de permitir al alumnado reclamar y revisar su calificación.
Un último punto novedoso es el que fija en 12 el número de matriculados mínimo necesario para que se imparta un curso. Es decir, que aquellos seminarios que no alcancen esa cifra al día de su inicio, serán desconvocados y el importe de la matrícula devuelto.
