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La ULL tilda de subjetivo el informe del CES sobre las universidades canarias

jueves 31 de julio de 2008 - 00:00 GMT+0000

El rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, ha tildado de subjetivo el reciente informe del Consejo Económico y Social del Gobierno de Canarias, en el que se afirma que la pérdida de alumnos por parte de esta institución docente es «especialmente intensa», cuando resulta que este descenso de matriculados no es significativo, está dentro de la pauta general de decrecimiento demográfico que acusan todas las instituciones de educación superior del país y, de hecho, se sitúa por debajo de la media de universidades españolas.

Así, en el año reseñado (2006), el informe indica que las universidades canarias contaban con 44.923 alumnos, lo que suponía un 3,2% de la media nacional. Mientras la Universidad de La Laguna (ULL) disponía de 22.702 estudiantes (50,5%), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) contaba con 22.221 (49,5%). «La dinámica seguida en los últimos años por el número de matriculados indica una continua disminución de su número, que ha sido especialmente intensa en la ULL», apunta el CES, que además añade que «esta realidad se ha acentuado durante el último curso, puesto que el número de alumnos descendió claramente en la ULL y aumentó ligeramente en la ULPGC».

Según los datos del Gabinete de Análisis y Planificación (GAP) de esta institución, esta afirmación no es cierta, puesto que el descenso de matriculados de la ULL en los últimos años es inferior al de la media de universidades públicas españolas. Mientras en el curso 2000/01 el total de alumnos universitarios se cifraba en 1.438.238 estudiantes, en el curso 2006/07 este total quedó reducido a 1.268.031 alumnos, lo que implica un descenso de un 11,83%. En el mismo periodo, la ULL contó con 25.038 en 2000/01 y con 22.702 en 2006/07, lo que significa una bajada de un 9,33%. Estos datos han sido extraídos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Como se observa, se produce un descenso generalizado en el sistema educativo universitario, motivado principalmente por una clara recesión demográfica, que ha afectado en mayor medida a los sistemas educativos previos al universitario y, por ende, a la propia universidad.

En opinión del rector, el informe del CES entra en valoraciones subjetivas poco acertadas y carentes de fundamento. Este hecho resulta muy relevante cuando el CES compara la situación de La Laguna con «universidades prestigiosas» a las que distingue por su gran captación de alumnos, como la de Salamanca o Complutense de Madrid, cuando resulta que la primera ha perdido, en el mismo periodo de referencia, un 17,69% de su alumnado, y la segunda, un 22,45%.

Alumnos «desanimados»

El informe del Consejo Económico y Social no repara en inferir posibles explicaciones a lo que simplemente es una distribución de la edad de los matriculados que, en todos los casos, es absolutamente normal y bastante similar a la del resto del país.

El documento señala que la «inmensa mayoría» de los estudiantes de la ULL se encuentra entre los 18 y los 25 años, algo que, por otra parte, casa perfectamente con el perfil de alumnos de la media nacional. Resulta por tanto ociosa la notoriedad que se le da a un dato que no reviste nada significativo. Aún así, la explicación del CES es esta: la mayor juventud de los estudiantes de la ULL puede ser interpretada de tres formas, en opinión de este órgano consultivo. La primera razón es que un mayor número de alumnos se matricula inicialmente, «pero se desanima rápidamente y abandona sus estudios a medida que va pasando el tiempo». A juicio del rector, es realmente alarmante este tipo de hipótesis sin un análisis riguroso sobre los índices de abandono, además de resultar impropio de un informe técnico que se precia de serio y objetivo.

Otra de las razones esgrimidas por el CES para justificar la presunta juventud de los estudiantes de La Laguna es que «estos necesiten menos años para terminar sus estudios». La tercera razón se basa en que «también podría interpretarse como una menor presencia de adultos que deciden iniciar sus estudios universitarios de forma tardía». En opinión de Eduardo Doménech, el informe no abunda en el perfil de los estudiantes de nuevo ingreso, luego estas posibles conclusiones no se sustentan en ningún hecho o dato relevante. Nada se dice de la situación de la ULPGC en este punto.

En cuanto a los egresados, el CES señala sin tapujos que los alumnos de la ULL se gradúan con mayor edad que los de la ULPGC, cuando es al contrario: un 86,83% de los estudiantes de la ULL termina sus estudios antes de los 30 años; en la ULPGC, este porcentaje es de un 80,42%. «Este hecho contrasta abiertamente con la edad de los matriculados», apunta el CES, que se atreve a ir más lejos: «lo que en principio parecería avalar la idea de que aunque los alumnos más jóvenes constituyen una parte muy importante de los nuevos matriculados, estos se desaniman con el tiempo y les cuesta terminar en mayor medida sus estudios».

En cuanto a la ratio alumno/profesor, el CES se equivoca en los cálculos, puesto que sí cuenta a los alumnos de las universidades privadas, pero deja fuera al profesorado de estos mismos centros, lo que provoca que la ratio final sea más elevada de lo que realmente es, y se eleva a 14,8 alumnos por profesor. En el caso de que esta ratio estuviera bien calculada, se comprobaría que la situación de las universidades canarias es, una vez más, ajustada y está dentro de la media.


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