El proceso de convergencia europea en el que están inmersas todas las universidades del país busca no sólo nuevas formas de aprender y enseñar, con planes de estudios actualizados y diferentes, sino un trato directo y cercano con el alumno que, en este nuevo entorno, se convierte en la pieza clave de esta importante reforma. Dentro de ese ámbito, las universidades están por tanto diseñando nuevas formas de atender a sus alumnos y, por ende, sistemas de tutorías adaptados al perfil de estudiante. La Universidad de La Laguna lleva desde hace años trabajando en este campo, con planes de acción tutorial que hoy miércoles 10 de septiembre han sido expuestos en unas jornadas celebradas en el campus de Guajara.
La profesora del departamento de Didáctica e Investigación Educativa Miriam González explicó esta mañana a los profesores que todos los docentes universitarios deben ser tutores de sus alumnos, y que esta herramienta, la tutoría personalizada, es una cuestión clave para reducir el fracaso académico y aumentar la motivación del estudiante.
La experta precisó que existen dos tipos de tutoría: la académica, centrada sólo en la asignatura que se imparte, y la de carrera, que comprende el seguimiento que se le hace al alumno durante toda la titulación. En la primera se trata de ayudar al alumno para que trabaje autónomamente, planifique su aprendizaje y obtenga capacidades generales y específicas sobre la asignatura.
La tutoría de carrera, por el contrario, cuenta con dos agentes importantes: el profesor-tutor, que tiene a su cargo en torno a quince alumnos, y el alumno-tutor, un estudiante del último año de carrera que asesora al alumno de nuevo ingreso, le ayuda a integrarse en el centro, a adaptarse al entorno universitario y a mejorar sus habilidades académicas y sociales.
En opinión de Miriam González, los docentes han de ocuparse de los aspectos académicos, profesionales y personales de sus alumnos. Si bien hasta ahora esto se ha estado haciendo de forma individualizada por parte de los profesores, se trata ahora de crear un marco orientativo que integre todos estos elementos y que permita la efectiva coordinación entre todos los profesores que le imparten docencia a un mismo alumno.
El plan de tutorías, concluyó la experta, reduce la insatisfacción y la incertidumbre del alumno, y, concebido como tal, ya se conocen experiencias en las facultades de Educación -pionera en esta materia-, Derecho, Química o la Escuela Universitaria de Enfermería, centros que asesoran a sus alumnos desde el primer día hasta el final de la carrera.
