La psicología lleva varios años reclamando la consideración de su disciplina como una especialidad sanitaria, tal y como está sucediendo en varios estados europeos. Una de las claves de este proceso es determinar qué tipo de formación va a ser necesaria para poder acceder al ejercicio profesional en la modalidad clínica, que para los decanos de las facultades y colegios profesionales de Psicología pasa por la impartición de un máster de 120 créditos que será obligatorio.
Así lo afirmaron los participantes en la mesa redonda "Claves para el reconocimiento de la Psicología como profesión sanitaria regulada: ¿al final del camino?", celebrada hoy, jueves 4 de marzo en la Facultad de Psicología, dentro del programa de actos organizados con motivo de la festividad de su patrón. En ella participaron el decano del centro organizador, Hipólito Marrero; los decanos de los colegios oficiales de Psicólogos deSanta Cruz de Tenerife y Las Palmas, Lorenzo Gil y Francisco Sánchez.; la técnico de la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, Carmen Luisa Ramos; la componente del Grupo de apoyo de la comisión nacional de psicología clínica, Carmen Pitti; y el vicedecano del centro, Pedro Avero, que actuó como moderador.
Como relató Avero, la lucha que ha emprendido el sector de los psicólogos arranca en 2003, cuando la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias dejó sin atribuciones profesionales a un gran número de especialistas que hasta la fecha ejercían en centros de salud sin poseer la formación de Psicólogo Interno Residente (PIR) del Ministerio de Sanidad. Para subsanar la situación, se abrieron convocatorias para que estos profesionales se homologaran como psicólogos clínicos, pero muchos quedaron fuera de este proceso
Aunque se ha solicitado un aumento de plazas PIR para favorecer la incorporación de psicólogos generalistas a la profesión sanitaria, según revela Avero, desde hace dos años se viene trabajando en lo que se considera la "gran esperanza", que es la creación de un máster de 120 créditos que habilite para la profesión sanitaria y dé acceso al PIR. Actualmente está en negociación y a punto de ser aprobado, si bien existen ciertas discrepancias entre el Ministerio de Educación y el de Sanidad que están retrasando su tramitación.
El decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Las Palmas resaltó la importancia de que los psicólogos sean reconocidos como unos profesionales con competencias muy claras y precisas que no puedan ser ocupadas por otros. Por ello defendió la pertinencia del máster, y avanzó que el siguiente paso sería crear un diploma que acredite unas determinadas competencias y permita trabajar en el resto de Europa.
El decano de la organización profesional tinerfeña denunció que muchos profesionales con años de ejercicio como psicólogos clínicos han visto rechazada su solicitud de homologación. Además, indicó que en el seno de la profesión se han creado "castas", porque algunos opinan que obtener la titulación vía PIR los cualifica mejor que quienes la lograron tras homologar su experiencia profesional.
La representante de la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad explicó el papel que su administración ha tenido en la tramitación del máster en Psicología Clínica, que no es otro que el de emitir informes técnicos "vinculantes" ante el Minsterio de Sanidad, quien sería la institución con capacidad para decidir su aprobación. Lo que sí aclaró es que el máster habilitará solamente para el ejercicio en el ámbito privado, pues para ejercer la profesión en la administración pública será requisito indispensable el PIR.
Por su parte, la psicóloga Carmen Pitti explicó cómo se desarrolló el proceso de homologación de las titulaciones de psicología clínica, ya que ella, como miembro del grupo de apoyo de la comisión nacional de psicología clínica, fue una de las cuarenta personas que analizaron los 15.000 expedientes de profesionales remitidos. Reveló que los evaluadores más severos fueron, precisamente, aquellos provenientes del sector de titulados PIR, aunque con el paso del tiempo fueron flexibilizando sus juicios.
Como cierre, el decano de la Facultad de Psicología de la ULL, Hipólito Marrero, defendió la necesidad de crear el máster en Psicología Clínica obligatorio como medio de asegurar la calidad formativa de los profesionales, pues entiende que, al diagnosticar y tratar problemas de salud mental, requiere una preparación equiparable a la médica. Valoró además el papel de la investigación como medio de refrendar la rigurosidad de las decisiones que adoptan los profesionales que forma en su centro.
