Las II Jornadas de Orientación y Acción Tutorial de la Universidad de La Laguna, celebradas los días 2 y 3 de julio, concluyeron con la recogida de una serie de conclusiones, de entre las cuales destaca que los Planes de Orientación y Acción Tutoria (POAT) están arraigando en los centros de la institución académica, aunque con resultados desiguales: si bien la implicación del alumnado debe mejorarse, el grado de satisfacción tanto de este colectivo como del profesorado ha sido elevado, de modo que más de un de un 70% recomendaría a otros compañeros su participación en el POAT de su respectivo centro.
Estas jornadas tenían como objetivo que los centros de la ULL compartieran las experiencias y buenas prácticas derivadas de la implantación de sus (POAT) durante el curso 2012/13. La asistencia y participación de coordinadores de estos planes fue nutrida. Las diversas sesiones, organizadas por ramas de conocimiento, concluyeron con mesas redondas donde se debatió, junto a los asistentes, la relevancia y prospectiva futura de este recurso de apoyo en la ULL.
Una conclusión generalizada es que el POAT tiene un papel fundamental para formar al alumnado en cuestiones de calado, como la adecuada toma de decisiones académicas; destrezas como las técnicas y gestión del tiempo de estudio; la adquisición de las competencias transversales contempladas en las titulaciones oficiales; la implicación como agente de su proyecto formativo; o para la inserción laboral, entre otras.
Hay aún mucha resistencia a la acción tutorial, pues parte del profesorado considera que el alumnado está lo suficientemente capacitado para seleccionar la información que le interesa y planificar su tiempo de estudio. Sin embargo, las tasas de abandono y rendimiento de los actuales grados ofrecen una realidad bien distinta que los centros no pueden ignorar y, en ese sentido, los POAT pueden erigirse en una herramienta fundamental.
Debilidades y fortalezas
Las aportaciones de los distintos centros al diagnóstico de las dificultades, y sus soluciones o propuestas de mejora para el curso siguiente, fueron amplias y exhaustivas. Así, se identificaron como debilidades la inexistencia de un sistema de inscripción automático al alumnado que participa en el POAT, la escasa participación de los estudiantes en estos planes; el exceso de información proporcionada al alumnado de primero en los primeros días del curso; y la percepción que de que el POAT es una sobrecarga de trabajo tanto para el alumnado como para el profesorado-
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Entre las fortalezas, destacaron la implicación mostrada por los equipos directivos, los coordinadores y el profesorado-tutor; La importancia de la coordinación horizontal y vertical y el importante papel que juegan las diversas comisiones de cada centro para vertebrar la orientación y la acción tutorial: el liderazgo que ejerce el alumnado de los POAT en otras actividades de los centros; y la oportunidad que brinda para trabajar los resultados académicos del alumnado, tan importante en el seguimiento y acreditación de las titulaciones.
