La discapacidad auditiva afecta a una proporción significativa de la población mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5% de las personas en todo el mundo (aproximadamente 430 millones) presentan una pérdida de audición, y se estima que para 2050 esta cifra podría aumentar a más de 700 millones, lo que representaría a una de cada diez personas.
En relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la atención a la discapacidad auditiva está alineada con varios de ellos, especialmente con el ODS 3, que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Abordar la pérdida de audición contribuye a mejorar la salud y el bienestar, reduce las desigualdades (ODS 10) y promueve el acceso a una educación de calidad (ODS 4) y a un trabajo digno (ODS 8).
La Hipoacusia es una alteración funcional de la audición (parcial o total), que produce problemas en la adquisición y desarrollo del lenguaje oral, cognitivo, emocional, etc. La hipoacusia ocasiona dificultades en la comunicación y en el estado psicológico del niño y su familia. Su intervención se debe establecer desde un enfoque interdisciplinar e integral, centrada en el niño y su familia y como una acción conjunta planificada y bien coordinada (Rodríguez-Jiménez et al., 2022).
La discapacidad visual se refiere a las personas que tienen una patología ocular que afecta al sistema de los órganos de la visión, y de las estructuras y funciones asociadas, incluidos los párpados (OMS, 2021).La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) define la ceguera como el estado caracterizado por la ausencia operativa de visión en ambos ojos y con la mejor corrección óptica y abarca desde 0.1 (escala de Wecker) hasta la no percepción de la luz, o una restricción del campo visual igual o inferior a 10º. Se distingue entre ceguera total, las personas que no ven nada o perciben la ausencia o presencia de luz, pero no la forma de los objetos; y ceguera parcial, las personas distinguen con gran dificultad algunos objetos a distancias cortas y leen con ayudas técnicas.
La Federación Española de Sordoceguera (FESOCE) entiende la sordoceguera como una discapacidad única, que tiene características y necesidades propias, derivadas de la pérdida (parcial o total) de la visión y la audición (Flores, 2021).