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Criaturas misteriosas en las entrañas volcánicas

5 de julio de 2025

 

 

En pleno siglo XXI, con una ciencia de vanguardia capaz de llevar a cabo viajes espaciales turísticos, existen aún en la tierra lugares casi inexplorados con especies aún por estudiar. Automáticamente se nos viene a la mente las profundidades abisales donde ni robots de última generación han podido resistir a la presión del agua. Es lógico que en ese contexto no tengamos muestras ni podamos hacer estudios con tanta facilidad pero, ¿Me creerían si les digo que existen especies sin catalogar en aguas de charcos de menos de siete metros de profundidad que se encuentran aquí mismo, en Canarias? Es más, ¿Qué piensan si les digo que esos charcos son tan accesibles que cada día pasan junto uno de ellos más de 3000 personas? 

En el norte de Lanzarote, bajo el malpaís del volcán de La Corona, se esconde un ecosistema tan desconocido como fascinante. Hablamos del portal anquialino, cuyo más famoso representante es Jameos del Agua. Estos hábitats subterráneos, donde el agua dulce y salada se entremezclan, creando un entorno extremo que ha dado lugar a especies únicas en el planeta. Este ecosistema se da solamente en Lanzarote y en la Atlántida. Aisladas del exterior, sin luz y con niveles de oxígeno muy bajos hay criaturas que han conseguido adaptarse para sobrevivir. Aún llevando allí miles de años, ha sido ahora cuando se están empezando a estudiar y a dar importancia. Se han descubierto unas 77 especies endémicas,es decir, que solo existen en este lugar del mundo y no se descarta la posibilidad de que más adelante se encuentren más. Esto las hace especialmente valiosas y vulnerables, ya que si desaparecen de aquí, se extinguen completamente. Por eso su protección es una prioridad para la biodiversidad mundial. 

El animal más destacado es el Munidopsis Polymorpha más conocido como Jameito. Es un pequeño cangrejo que carece de visión y pigmento debido a su adaptación a la completa oscuridad. En lugar de ojos, ha desarrollado órganos sensoriales capaces de detectar vibraciones y sustancias químicas en el agua que le ayudan a sobrevivir. Su caparazón es alargado y tiene unas pinzas fuertes que varían entre blanco y naranja dependiendo de su alimentación. Las hembras cuidan pocos huevos de gran tamaño durante todo el año, y las crías pasan por una fase larvaria de entre diez y catorce días antes de convertirse en adultos. 

A pesar de no ser tan conocidos, existen otros animales también muy importantes como el Megadrilus Pelagicus también conocido como gusano-elefante rosa por su peculiaridad. Habita solamente en suspensión en el agua de los charcos anquialinos y de el túnel de la Atlántida. Este extraño invertebrado usa sus tentáculos y cilios para capturar partículas

mientras permanece flotando cabeza abajo. Es un ejemplo único de adaptación evolutiva dentro de su grupo. 

También podemos hablar del Morlockia Ondinae, un crustáceo considerado un fósil viviente ya que pertenece a un linaje que se remonta al Mesozoico. Solo se encuentra en cuevas anquialinas y actúa como el principal depredador de este ecosistema, utilizando mandíbulas y veneno para atrapar presas. Es hermafrodita (tiene órganos reproductivos de ambos sexos), lo que le permite reproducirse con más facilidad en ambientes aislados. 

Junto a ellos vive el Heteromysoides cotti conocida como radagamba. Esta gamba marsupial lleva sus crías en una bolsa cerca de sus patas. Vive únicamente en las grietas y los charcos de origen anquialino. En los Jameos del Agua forma grandes grupos, mientras que en el túnel de la Atlántida prefiere la soledad o grupos pequeños. Existen dos variantes, una con color y ojos que vive en zonas con luz y otra blanca y ciega que habita en la oscuridad.Su color cambia dependiendo de su dieta y se alimentan de materia en descomposición. 

Las Cuevas donde habitan estas especies únicas se formaron hace miles de años por la actividad volcánica del Malpaís de La Corona. La lava al enfriarse en la superficie mientras seguía fluyendo por dentro, creó tubos volcánicos subterráneos que más tarde se inundaron con agua marina. Este proceso dio lugar a sistemas de cuevas anquialinas conectadas al océano peri aisladas en muchos aspectos. Además de su importancia biológica, estos espacios también son relevantes desde el punto de vista geológico, ya que conservan estructuras volcánicas intactas que ayudan a entender el pasado eruptivo de la isla. Sus estudios son clave tanto para la biología como para la geología. 

Las condiciones extremas de estos ecosistemas han obligado a todos sus habitantes a desarrollar estrategias sorprendentes. La falta total de luz ha favorecido adaptaciones sensoriales, la escasez de oxígeno ha reducido su metabolismo para conservar energía, y el aislamiento ha permitido que estas especies evolucionen de forma completamente independiente al resto del planeta, lo que les hace únicos. Son de gran interés científico porque conservan características primitivas. Estudiarlos ayuda a entender cómo era la vida en la Tierra hace millones de años y cómo pueden adaptarse a la vida en condiciones extremas. También se investiga si podrían inspirar estudios sobre la vida en otros planetas, especialmente en ambientes subterráneos con agua. Sin embargo, este frágil paraíso subterráneo se encuentra bajo amenaza. Las visitas sin control, el buceo inadecuado, la contaminación por metales pesados y los vertidos costeros ponen en peligro un equilibrio que ha tardado miles de años en consolidarse. Proteger los Jameos del Agua no es solo conservar un lugar turístico único, sino garantizar la supervivencia de formas de vida que llevan años luchando y adaptándose para sobrevivir.

Autora: Sara Elizondo Pozo. IES Costa Teguise 

 


Archivado en: Revista Hipótesis
Etiquetas: Artículo, Hipótesis, Universidad de La Laguna