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Entre púas y algoritmos: ciencIA para un equilibrio marino.

5 de julio de 2025

 

¿Quién no se ha metido en el mar a bañarse en las aguas cristalinas de nuestras islas y ha tenido la “suerte” de pisar un erizo de mar? Esos pequeños habitantes del mar no solo son una sorpresa para los bañistas desprevenidos, sino que también son los jardineros oficiales del océano. Junto con los peces herbívoros, se encargan de controlar el crecimiento de las algas, esto es crucial, ya que un exceso de algas puede bloquear la luz solar y afectar gravemente a los corales.  Sin embargo, en el archipiélago canario, la expansión de la especie invasora, el erizo Diadema setosum plantea un reto importante: ¿cómo equilibrar su función ecológica con los impactos negativos que puede causar en el entorno local?  

Un ecosistema en equilibrio  

Los fondos rocosos costeros sostienen una extraordinaria biodiversidad, donde predominan comunidades algales. Las Islas Canarias albergan uno de los ecosistemas marinos más singulares del Atlántico. Por lo que la dinámica entre algas, corales, peces herbívoros y erizos es clave. La conservación de estos hábitats es vital tanto para la biodiversidad como para la economía local.  

En contrapartida, cuando la población de erizos disminuye, las algas pueden cubrir hasta el 80% del arrecife, desplazando a los corales y reduciendo la diversidad marina, según indica, la bióloga Sabrina Clemente Martín, en su tesis doctoral, denominada “Evolución de las poblaciones del erizo Diadema aff. antillarum en Canarias y valoración de la depredación como factor de control”. Sin embargo, un aumento descontrolado de erizos, como ocurre con Diadema setosum, puede tener el efecto contrario: el sobrepastoreo elimina la cubierta algal, dejando fondos, empobrecidos y desérticos, formando extensos blanquizales.

El caso de Diadema setosum en Canarias  

Este erizo, de cuerpo ovalado y espinas que alcanzan hasta 25 cm, es fácilmente reconocible por su color negro o púrpura intenso. Habita en aguas someras y escolleras, y tiene hábitos nocturnos. Su apetito por las algas lo convierte en un actor clave del ecosistema, pero también en una amenaza cuando su población se descontrola.

El profesor de Biología Pesquera José Carlos Hernández, investigador de la Universidad de la Laguna, aseguró en un artículo del Diario de Avisos que, aunque se le ha denominado una especie invasora, estudios recientes indican que Diadema setosum lleva presente en Canarias desde hace al menos 120.000 años, por lo que podría considerarse casi autóctona. Esta dualidad complica su gestión: no se trata de erradicarlo, sino de entender su papel y regular su impacto.  

Ciencia y tecnología al servicio del mar  

Desde el curso de especialización en Inteligencia Artificial y Big Data del Instituto de La Herradura (Telde), surgió la inquietud de aplicar herramientas tecnológicas para abordar este problema ecológico. Se buscó asesoramiento experto y se desarrolló una solución basada en modelos de aprendizaje automático (machine learning).  

La herramienta permite, a partir de una imagen, identificar si se trata de un erizo Diadema setosum o de un erizo de mar común. Utiliza algoritmos de clasificación entrenados con fotografías etiquetadas, lo que le permite reconocer patrones visuales característicos de cada especie.  

La herramienta trabaja principalmente con el algoritmo de YOLOv5, una arquitectura avanzada de detección de objetos. El proceso incluyó la recopilación de imágenes obtenidas desde plataformas como GitHub, Kaggle, Hugginface, entre otras, muchas de ellas capturadas por ROVs (vehículos operados remotamente), que exploran el fondo marino a grandes profundidades.  

En el desarrollo del modelo tuvieron lugar varias etapas: preprocesado de imágenes, etiquetado, división de datos para entrenamiento y validación, concluyendo con el entrenamiento del modelo. El resultado es una herramienta capaz de facilitar el monitoreo en tiempo real y la clasificación de los erizos, si son erizos de mar comunes o erizos diadema setosum. 

Aplicaciones y beneficios  

Esta tecnología no solo agiliza el trabajo de científicos y gestores ambientales, sino que también permite la participación ciudadana en el monitoreo de especies. Contribuye a la toma de decisiones informadas, al proporcionar datos precisos sobre la distribución y el impacto ecológico de cada tipo de erizo.  

Además, puede integrarse en estrategias de conservación más amplias, como la recuperación de depredadores naturales o la gestión adaptativa de hábitats.  

Conclusiones 

Los erizos de mar son esenciales para la salud de los ecosistemas marinos, pero su manejo debe basarse en el conocimiento científico y en herramientas innovadoras. La inteligencia artificial, aplicada con responsabilidad, puede ser una gran aliada en la conservación marina.  

La integración de modelos de machine learning en el estudio de los erizos de mar abre nuevas posibilidades para proteger el equilibrio ecológico de las costas canarias. Apostar por la ciencia, la tecnología y la participación social es fundamental para garantizar que estos ecosistemas sigan siendo tan ricos y sorprendentes como siempre.  

Y así, mientras la inteligencia artificial nos ayuda a cuidar el mar, nosotros podemos seguir disfrutando de su belleza y gran biodiversidad. 

Autora: Cecilia Sánchez Rábida. IES Lomo de la Herradura

 


Archivado en: Revista Hipótesis
Etiquetas: Artículo, Hipótesis, Universidad de La Laguna