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Los linajes maternos de los tinerfeños de los siglos XVII-XVIII eran ya de mayoría europea, según un estudio de la ULL

jueves 10 de noviembre de 2005 - 00:00 GMT+0000

Investigadores de los departamentos de Parasitología, Ecología y Genética y de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua de la Universidad de La Laguna, acaban de publicar en numero 127 del American Journal of Physical Anthropoly un estudio sobre restos humanos hallados en Tenerife, datados en los siglos XVII y XVIII. Según los resultados de esta investigación, la población isleña de esas centurias no acusa diferencias significativas con la actual, y presenta linajes maternos mayoritariamente europeos.

El análisis presentado forma parte de un proyecto de investigación de tres años mucho más amplio, titulado «Evolución genética de las poblaciones canarias: de la prehistoria a la actualidad», subvencionado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y cofinanciado por el Gobierno de Canarias. Ha sido elaborado por los investigadores Nicole Maca-Meyer, Vicente M. Cabrera, Matilde Arnay, Carlos Flores, Rosa Fregel, Ana María González y José M Larruga.

Se ha utilizado como referencia el denominado ADN mitocondrial (ADNm), uno de los marcadores polimórficos mas utilizados para estudiar la variación genética y evolución de las poblaciones humanas. Este tipo de análisis permite la correcta clasificación de las secuencias (haplotipos) en diferentes grupos (haplogrupos).

Las reparaciones efectuadas en la Iglesia de La Concepción de Santa Cruz de Tenerife han permitido obtener piezas dentales humanas de los siglos XVII y XVIII. La extracción de ADN, su posterior amplificación, secuenciación y clasificación facilitaron su comparación con el de la población actual y estudiar las posibles fluctuaciones en las frecuencias de los diferentes haplogrupos que ha podido sufrir la población tinerfeña desde esa época hasta el presente.

La determinación del sexo de muestras arqueológicas es importante para la investigación de la estructura demográfica en poblaciones humanas antiguas. Por ello, aparte del ADNm, también se estudió el gen de la amelogenina. Este gen, por estar localizado en los cromosomas X e Y, permite determinar el sexo. La proporción sexual encontrada fue de un 53% para varones y de un 47% para mujeres.

El número de secuencias obtenidas fue de 122, que se pueden agrupar en setenta y un haplotipos diferentes. Esto supone unos niveles de diversidad genética en la muestra histórica semejantes a los encontrados en la población actual de Tenerife.

Si se tiene en cuenta la asignación geográfica de los haplogrupos, cabe destacar que la mayoría de ellos son de origen europeo, lo cual refleja el impacto que las migraciones procedentes del continente tuvieron en la colonización de la isla.

Igualmente se detectan, aunque con menor frecuencia, otras secuencias, como son las específicas canarias, denominadas U6b1 (8%), que demuestran la supervivencia del substrato aborigen en la población histórica analizada, y en menor grado, secuencias pertenecientes a haplogrupos africanos, tanto norteafricanas como subsaharianas y algún haplotipo amerindio.


Archivado en: Investigación, ULL