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La ULL asesora a diez municipios de Europa y América en la gestión de riesgos

viernes 21 de diciembre de 2007 - 00:00 GMT+0000

Durante los días 13 y 14 de diciembre se ha celebrado en San José de Costa Rica la segunda reunión de un conjunto de entidades locales, europeas y americanas, integrantes del proyecto internacional «Inseguridad colectiva y autoprotección», financiado por la Unión Europea a través de la red Urb-Al. Se trata de un proyecto de cooperación, cuyo objetivo final es la elaboración de un manual de buenas prácticas para la autoprotección y la gestión de los riesgos tanto naturales como tecnológicos.

La Universidad de de La Laguna ha jugado un papel muy destacado en este ámbito. Concretamente cuatro miembros del Departamento de Geografía (Mosés Simancas, Pedro Dorta, Carmen Romero y Sebastián Martín) han participado activamente mediante el asesoramiento y el apoyo científico-técnico y la base teórica sobre el que fundamentará el manual. éste se trata de un protocolo de actuación en todo el proceso del riesgo: en la prevención, mediante la ordenación del territorio y la preparación de los servicios para la emergencia, en la propia gestión de la emergencia y en la restitución y mitigación de los daños previsibles que puede ocasionar un evento potencialmente peligroso.

Los municipios participantes -Almere (Países Bajos) la provincia de Treviso (Italia), Cangas del Nancea (España), Junín (Argentina), Calama (Chile), Riobamba (Ecuador), Aserrí (Costa Rica), Santa Tecla (El Salvador), Independencia (Perú) y Santa Cruz de Tenerife (España), el municipio coordinador del proyecto-, que en conjunto suponen un total aproximado de dos millones de personas, asumen la aplicación de citado protocolo.

En San José se presentó el borrador del manual y se redactó la Declaración de Costa Rica para le Gestión de los Riesgos, manifiesto que obliga a los municipios participantes a llevar a los plenos de los ayuntamientos y a aplicar el manual para la gestión de los riesgos en todas las ciudades con el objetivo final de salvar vidas y evitar, en la medida de lo posible, los daños que pueden ocasionar las amenazas naturales o antrópicas.

En este sentido, los integrantes de la Universidad de La Laguna destacan la importancia del proyecto al ser directamente aplicado a la salvaguarda de vidas y bienes, especialmente en América Latina, región muy afectada por procesos naturales que desembocan en desastres. El hecho de trabajar con diez municipios de nueve países distintos ha permitido constatar diferentes realidades sociales, económicas y naturales.

Los riegos a los que se encuentran sometidos cada una de ellos son múltiples y ocupan un abanico que representa una amplia muestra de los que ocurre en todo el planeta. Las regiones analizadas cuentan con problemas derivados de los movimientos sísmicos, como terremotos y tsunamis, deslizamientos de laderas, erupciones volcánicas, lluvias torrenciales, tormentas y ciclones tropicales, olas de calor, etc.

Por tanto, las principales aportaciones del proyecto y del asesoramiento de la Universidad de La Laguna se centran la aplicabilidad de los resultados a la práctica totalidad del planeta y, sobre todo, llena un importante hueco en la gestión de los riesgos en la escala local, escala que las Naciones Unidas a través de su Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres, señala como la más eficaz en su prevención por su mayor cercanía a la ciudadanía.

Los miembros del Departamento de Geografía y los representantes de las entidades locales tuvieron también la oportunidad de entrar en contacto con la Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica, institución con una amplia experiencia en la gestión de riesgos naturales.

Por último, Pedro Dorta señala que «en San José hemos aprendido mucho todos y se constató que, incluso en Canarias y Santa Cruz de Tenerife en particular, tenemos mucho camino por recorrer y estamos aún lejos de alcanzar una gestión de los riesgos de todo eficaz y, sobre todo, cercana al ciudadano».


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