El campus de Guajara de la Universidad de La Laguna acogió hoy lunes 18 de febrero un encuentro de profesores y autoridades académicas de las universidades canarias con una delegación de universidades rusas encabezada por una decena de rectores de San Petersburgo, de donde procedía de la mayoría, y Siberia.
Este encuentro, auspiciado por la Dirección General de Universidades de la Consejería de Educación del Gobierno regional, tuvo como eje común la figura de Agustín de Betancourt, un ingeniero nacido en Tenerife que desarrolló obra civil para el zar Alejandro I y ayudó a montar lo que ha devenido hoy en la Universidad Politécnica de San Petersburgo, y de quien se cumple en este año el 250 aniversario de su nacimiento.
Su perfil profesional sirvió tanto a la delegación rusa como a la canaria para convencerse de que la colaboración entre instituciones va más allá de las distancias geográficas. Como dijo el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, es una figura que debemos reivindicar desde la universidad, ya que demuestra que las fronteras no deben ser una excusa para expandir el ingenio y la excelencia.
La visita comenzó a las 9.30 horas con la firma en el Libro de Honor de la universidad de la decena de rectores representantes de la Federación Rusa. Una vez dio comienzo el acto, la consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito, hizo una breve presentación de Agustín de Betancourt, en la que abundó seguidamente María Luisa Hodgson, directora de secretariado del Vicerrectorado de Universidad y Sociedad, quien recreó la formación académica del homenajeado y su ingenio para crear y construir casi desde la nada.
El director de la Dirección General del Ministerio de Transporte de Rusia, Osminin Alexander, hizo referencia, por su parte, a la formación de los ingenieros civiles en su país, dependiente del Ministerio de Transportes pero muy vinculada a las universidades y centros de formación independientes. Tras su intervención varios rectores apelaron a la firma de acuerdos con las universidades canarias, especialmente en lo relacionado con el intercambio de alumnos y la posible colaboración en proyectos de investigación.
Para el máximo representante de la institución académica de La Laguna, este primer encuentro entre las universidades canarias y rusas debe ir más allá de la mera recepción protocolaria. Calificó las universidades canarias de atlánticas, plurales, y, aunque plenamente europeas, estrechamente vinculadas con América Latina, sin perder su creciente interés por áfrica.
Doménech también hizo referencia al convenio marco de colaboración entre La Laguna y la Universidad de Volgogrado, además de varias iniciativas particulares de profesores de esta casa de estudios que colaboran con distintos departamentos de universidades rusas. Nuestra intención es, por tanto, consolidar estas relaciones puntuales que desde hace tiempo se están llevando a cabo y dotarlas pues de carácter institucional.
Hay que señalar que la cooperación con los antiguos países del Este europeo es ya una realidad, y, de hecho, ya recibimos en nuestra universidad un destacable número de alumnos procedentes de Bulgaria, Rumania, República Checa, Eslovenia, Letonia, Hungría, Polonia y Eslovaquia, además de Turquía, agregó.
Para Eduardo Doménech, la capacidad de movilidad internacional de esta universidad no está todavía a la altura de nuestras expectativas, pero no duden ustedes de que durante mi mandato como rector, del que apenas llevo medio año, pondré todos mis esfuerzos en ampliar esta vía de cooperación, sentenció.
Tras las intervenciones de los rectores, se abrió un turno de debate en el que los representantes de la delegación rusa se interesaron por los contenidos específicos de los estudios de ingeniería en las universidades canarias y por conocer, más a fondo, qué retos o cambios supone la introducción del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) en este ámbito.
Los directores de escuelas técnicas superiores de la Universidad de La Laguna, presentes en la sala, expusieron que el EEES es una gran oportunidad para todas las universidades, en el sentido de que esta aproximación a Europa beneficiará más si cabe el intercambio de alumnos y la conexión entre su profesorado. Añadieron, a petición de algunos miembros de la delegación rusa, que en este cambio de planes de estudios hay materias transversales relacionadas con las ciencias sociales o las humanidades que también pueden estudiar los alumnos de las enseñanzas técnicas.

