El hasta ahora decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Carlos Javier Rodríguez, repite en el cargo por tres años más, y como tal ha tomado hoy posesión en la sala de juntas del Rectorado de la Universidad de La Laguna.
En el mandato le acompañará el mismo equipo, a saber: Candelaria Gil Fariña en calidad de vicedecana de movilidad y relaciones internacionales; Francisco Javier Martín Álvarez, como vicedecano de ordenación académica; David Padrón Marrero, vicedecano de equipamiento y prácticas externas y, por último, Esperanza Gil Soto, que actuará como secretaria del centro.
En este mandato de tres años el nuevo equipo decanal se encargará de garantizar la implantación de los nuevos grados de Administración y Dirección de Empresas y de Economía, con el objeto de conseguir la acreditación de estos títulos adaptados a los criterios de la convergencia europea y que comenzarán a impartirse en el curso 2009/10.
Otro de los retos tiene que ver con el inicio del diseño de posgrados de máster y doctorado en el ámbito de la economía y de la empresa para completar la formación universitaria de este centro. El equipo decanal también piensa poner en marcha dobles titulaciones, como las de Derecho y Economía, o Derecho y Administración y Dirección de Empresas, una fórmula que ha tenido mucho éxito en otras universidades y que ésta comenzará a estudiar en breve.
La facultad también quiere potenciar el área de prácticas externas y la movilidad del alumnado. En cuanto a lo primero, el centro universitario tiene suscritos convenios con más de 150 empresas, unas prácticas que hasta ahora eran optativas pero que con la introducción de las titulaciones de grado pasarán a tener carácter obligatorio. En este punto pretenden asimismo crear una bolsa de empleo, un aspecto además que los evaluadores nacionales de titulaciones universitarias tiene muy en cuenta. Esta bolsa de empleo estaría destinada a egresados y alumnos de los últimos años de carrera.
En cuanto a la movilidad, Ciencias Económicas y Empresariales cuenta con unos 75 alumnos que todos los años acuden a completar su formación a una universidad europea, misma cantidad de alumnos entrantes, procedentes de otros países. Esta facultad ha sido además pionera en los programas de movilidad de alumnos, y no en vano es sede de la Asociación Universitaria de Relaciones Internacionales (AURI), dedicada a acoger a los alumnos que viene de intercambio y ayudarles tanto a su integración en la vida universitaria, como a la búsqueda de pisos o a la formalización de la matrícula.
