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El panorama internacional acrecienta la necesidad de crear redes de investigación para poder competir

viernes 19 de junio de 2009 - 00:00 GMT+0000

El panorama internacional de la investigación está dominado por grandes consorcios que copan la mayoría de recursos disponibles. En este contexto, tanto Canarias como los países africanos deben comprometerse a colaborar entre sí mediante la creación de redes especializadas para poder competir con esas potencias. Así lo concluyeron los participantes en la primera mesa de trabajo de la tercera jornada de la Conferencia de Rectores Africanos y Canarios, celebrada hoy, viernes 19 de junio, en la Universidad de La Laguna.

Como inicio, Julio Brito, profesor de la ULL y hasta hace no mucho director de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Gobierno de Canarias, se centró en explicar las características que, a su juicio, deberían cumplir las redes de investigación para poder producir resultados con ciertas garantías de éxito. La clave es la voluntad de cooperación: “Las redes forman parte del genoma de la innovación y el conocimiento, pero éstos no existen si no se comparten. Las redes tecnológicas son una respuesta clara frente a asuntos como la globalización, la hiper competencia, el desarrollo social, cultural y económico sostenible, el deterioro actual de la economía y la cohesión social y territorial”.

Para Brito, es importante crear las redes en torno a ideas que respondan a necesidades concretas, ya que la especialización en áreas poco desarrolladas o con una utilidad clara para los países miembros de la red, puede ser la clave para competir con los grandes consorcios. Pero esa especialización debe desarrollarse desde un planteamiento multidisciplinar, el cual se ha revelado como el más efectivo para lograr resultados en red.

El ponente resaltó que la eficacia de las redes de investigación dependerá en gran medida de que se articulen políticas y medidas que faciliten la conexión y la movilidad entre sus miembros.
Carmen Rodríguez Wangüemert, vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Información de la ULL, expuso su experiencia profesional en la creación de Calima, una red de investigación centrada en la comunicación, en la que participan países africanos y otras universidades españolas. Esta iniciativa nació formalmente hace muy poco, el pasado mes de abril, durante unas jornadas denominadas “Encuentros olvidados: comunicación, universidad y desarrollo”, si bien sus integrantes ya llevaban trabajando conjuntamente.

Explicó que en Calima participan investigadores, peor también  doctorandos que están ahora mismo trabajando como corresponsales en países africanos o en organismos internacionales. Gracias a su aportación, se está tomando “el pulso social y de la comunicación” en los países de la red.
Bhen Sikina Toguebaye, director de Investigación de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (Senegal), incidió en la competitividad existente en el contexto internacional y en la necesidad de poder tener una presencia importante en ese ámbito, ya que “la investigación construye el conocimiento, pero también bienes colectivos y lograr el bienestar de la sociedad”.

Por ello, coincidido con los demás ponentes en la necesidad de crear redes, y sugirió que este encuentro en La Laguna sirviera para crear un consorcio entre las universidades participantes, que incluya redes temáticas de investigación que se centre en las competencias científicas de cada universidad.

Por su parte, el Vicerrector de Investigación de la ULL, Lorenzo Moreno, presentó a los asistentes las líneas básicas de actuación de su área, así como los recursos con los que cuenta para desarrollarla: los institutos universitarios de investigación, que aglutinan a los diferentes los grupos científicos de la ULL en áreas como Ciencias Experimentales, Medicina, Humanidades y Ciencias Sociales; el Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI), una estructura de treinta infraestructuras para dar soporte instrumental y técnico; y la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), cuya misión es establecer cauces de cooperación y colaboración entre la investigación desarrollada en la ULL y el entorno socioeconómico y empresarial.

Moreno explicó que desde la ULL se busca tanto apoyar a los grupos de investigación ya consolidados, como la creación de otros nuevos. Comentó que para poder acceder a convocatorias internacionales de excelencia es necesario originar una “masa crítica de investigación”, por lo que abogó por la creación de planes de cooperación con grupos de otros países europeos, africanos y americanos.
Cooperación y financiación.

La segunda mesa de trabajo de la jornada estuvo moderada por Pablo Martín Carvajal, director general de Relaciones con África del Gobierno de Canarias, quien aprovechó para presentar el “Plan África” que su área de trabajo está desarrollando actualmente, que incluye actividades centradas en varios aspectos, uno de los cuales es el papel de las universidades en la cooperación internacional.
Una de las acciones más importantes es el programa de becas Canarias-África, iniciado hace dos años y centrado especialmente en posgrados. “Teníamos algunos miedos al principio, por el riesgo de que con estas ayudas fomentáramos la ‘fuga de cerebros’, de ahí que se centraran en estancias cortas”.

Otros aspectos que se pretenden apoyar son la colaboración interdepartamental entre universidades africanas y canarias, en intercambio científico como en docencias conjuntas. También resaltó la necesidad de impulsar la sensibilización y el conocimiento de la realidad de África.

Rafael Hernández Tristán, presidente de la Comisión de Cooperación al Desarrollo de CEURI, anunció que el marco presupuestario que el gobierno estatal pretende destinar a cooperación con África entre 2009 y 2012 “parece razonablemente optimista”, pues existe consenso en el Parlamento para llegar en 2012 a una inversión del 0,7% del PIB, lo cual se traduce en unos 7.300 millones de euros.

Hernández Tristán incidió en el problema de que las becas puedan fomentar la “fuga de cerebros”, por lo que reveló que parte de estos recursos se dedican a incentivar el retorno de los estudiantes a sus países de origen, para que los estados puedan contar de recursos humanos cualificados.

Acerca de las redes de investigación, el ponente recalcó que en su departamento existen instrumentos para desarrollarlas, si bien reconoció que, para el caso del desarrollo de África, están mal diseñados y utilizados, pues hoy se centra más en Latinoamérica. “Hay que ajustarlo y dotarlo de recursos, dirigirlo más hacia África, pero el instrumento como tal, existe”.

En todo caso, para el experto la cuestión no está tanto en la cantidad de dinero, como en el uso que se le dé, la eficacia y eficiencia en el manejo de los fondos. Por ello, antes de crear redes o de firmar convenios, hay que asegurarse de que la iniciativa va a ser útil. “Hay que subordinarse a los objetivos, prioridades y necesidades de la universidad africana: hay que adaptarse a la realidad, no forzar a que ésta se adapte a nuestro proyecto”.


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