La segunda jornada de la Conferencia de Rectores Africanos y Canarios, organizada por la Universidad de La Laguna, ha constado de varias mesas de trabajo específicas con el objeto de reconocer problemas concretos y establecer posibles vías de solución. Así, en la primera sesión se abordó, por un lado, asuntos relacionados con la educación y las tecnologías de la información, mientras que la segunda se centró en los problemas de salud global.
La mesa sobre educación estuvo presidida por el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, quien explicó a los conferenciantes el proceso de convergencia europea en el que se encuentra inmersa la universidad. Señaló que la enseñanza superior, configurada por créditos, variará sustancialmente con el nuevo modelo. Tras idas y venidas del propio Ministerio de Educación, las universidades españolas se han visto obligadas a realizar una adaptación de sus títulos en un tiempo récord, con el consiguiente cambio de calendario académico, nuevo sistema docente enfocado hacia la tutorización e interés por que el alumno aprenda de un modo diferente.
“Es un gran cambio que implica también una nueva formación para el profesorado. De hecho, el curso próximo el 50% de nuestros títulos ya estarán adaptados al proceso de convergencia europea. Creo que este nuevo modelo puede resultarles atractivo a ustedes y a sus alumnos”, señaló el rector. Doménech añadió que para hacer posible el cambio de modelo hay que reducir contenidos en el aula, y ofrecerlos a través del aprendizaje on line, por lo que las TIC y las aulas de docencia virtual se antojan imprescindibles.
El rector de la Universidad de Cabo Verde, Antonio Corella, comentó la experiencia de una universidad joven que apenas cuenta con tres años de existencia. “Buscamos la movilidad de alumnos y la calidad del servicio y nuestro objetivo es trabajar en red mediante una cultura colaborativa con otras universidades”. Pese a la juventud de esta institución, ya mantienen programas de movilidad semestral con Brasil.
Otro instrumento importante en las redes colaborativas es el aprendizaje de lenguas, que son competencias transversales a todas las áreas de formación, comentó el rector caboverdiano. Este país africano constituye una gran diáspora que está dispersa por toda Europa y Sudamérica. “Queremos integrar a toda esta comunidad a través de una cultura asociativa y el uso de las TIC”.
Joao Serodio, de la Universidad Agustinho Neto de Angola, expresó su gran interés en los programas de cooperación. “Tenemos muchas necesidades tanto en temas de docencia como de investigación. Es muy importante suprimir las trabajar legales para la movilidad docente y los problemas con los visados. Las infraestructuras tecnológicas son muy débiles y generalmente hay cortes en el correo electrónico y en el acceso a Internet”.
Por su parte, el director general de Universidades del Gobierno de Canarias, Juan José Martínez, destacó que Canarias pretende ser un socio preferente en Europa, pero con una vinculación muy clara a su situación geográfica y cercanía a África. “Esto se traduce en muchas acciones comerciales vinculadas a los países africanos más cercanos. Pero también queremos que ustedes conozcan nuestro sistema de educación superior y apoyar su desarrollo en este campo”.
Juan José Martínez apuntó que la movilidad es un aspecto clave a la hora de evaluar la calidad de una institución. También indicó que Canarias tiene un potencial en energías renovables, en gestión del agua o en turismo, es decir, en sectores que pueden ser emergentes en países africanos y puede existir aquí un interés común de colaboración.
Canarias cuenta con un programa de apoyo a estudiantes africanos que fue mencionado por el director general. Se trata de las Becas Canarias-África para posgraduados, con un centenar de estudiantes en las universidades canarias realizando estudios de posgrado y otro acuerdo con Cabo Verde. Aclaró que las TIC suponen una oportunidad porque complementan ciertos vacíos que se puedan suplir a través de su acceso remoto a fondos bibliográficos y docentes. “Debemos apoyar la participación de estos países tanto en programas europeos como en programas propios. Tenemos además interés de desarrollar redes estables de colaboración con ustedes”, concluyó.
Carina González, responsable del campus virtural de la Universidad de La Laguna, presentó brevemente los desarrollos tecnológicos llevados a cabo por esta institución docente en el campo de la cooperación internacional. La experta aseveró que esta materia no puede basarse en cualquier tipo de tecnología, sino pensando en recursos educativos en abierto, de acceso libre, y que para todo ello es necesario crear nuevos modelos institucionales.
En el debate posterior, los representantes de las universidades africanas expresaron las deficiencias en el uso de las TIC de sus universidades y la necesidad de llegar a acuerdos de colaboración. El uso común de fondos bibliográficos resultó muy valorado, así como la importancia de crear redes internacionales colaborativas.
Salud global
La mesa de trabajo sobre salud global estuvo presidida por el catedrático de Cirugía de la ULL Antonio Alarcó, quien además es consejero del Cabildo en Sanidad y Relaciones con la Universidad. Alarcó comenzó diciendo que hablar de salud global resulta muy ambicioso, habida cuenta de que sólo el 20% de la población mundial tiene acceso a ella.
También apuntó su extrema confianza en la cooperación internacional y, en este punto, destacó la importancia de la conectividad. “No se trata de tener de todo en todos sitios, sino poder acceder a todo desde el cualquier sitio”, dijo. La telemedicina pone los recursos sanitarios al alcance de cualquiera y adelanta el acceso a la sanidad, y añadió que la Universidad de La Laguna tiene varios equipos de investigación trabajando en ello, incluida una cátedra UNESCO de Telemedicina en la propia universidad.
Alarcó añadió que el papel de formador de formadores es una vía muy importante para contribuir al desarrollo, “haciéndolo en el propio país de origen, que es donde se debe hacer. Europa tiene la obligación moral de llevar a cabo medidas básicas y efectivas para la cooperación”.
Por su parte, el director del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, Basilio Valladares, comentó las acciones que desde su instituto se están poniendo en marcha y que son objeto de una mayor cooperación internacional. Explicó que este centro investigador cuenta con alumnos del tercer ciclo africanos y forman a doctores en el desarrollo del diagnóstico en enfermedades tropicales. En investigación tienen varias líneas sobre inmunología, análisis y reutilización de aguas, donde también están dispuestos a colaborar con terceros países. En cuanto a su faceta asistencial, señaló un proyecto en Guinea Bissau sobre el desarrollo de pozos para que el agua sea potable.
El rector de la Universidad de Antananaribo, en Madagascar, Paul Rajaonarivelo, explicó a los asistentes el sistema de formación y selección de su profesorado e invitó a la Universidad de La Laguna a formar parte de sus tribunales de selección. Esta universidad tiene un programa de movilidad obligada de sus docentes, principalmente con países del habla francófona, que esperan ampliar al territorio español. El rector africano afirmó que una universidad no puede asumir sola los retos de cooperación. “Por eso queremos que nos ayuden a formar nuestros cuadros de docentes del futuro y crear un partenariado para la formación de formadores”.
