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El sociólogo de la ULL José S. Martínez García, invitado por la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados

miércoles 28 de junio de 2017 - 12:38 GMT+0000

La Comisión de Educación y Deportes del Congreso de los Diputados invitó a una comparecencia el pasado 21 de junio al profesor contratado doctor del Departamento de Sociología y Antropología José Saturnino Martínez García, en calidad de experto de política educativa. El docente de la Universidad de La Laguna afirmó al comienzo de la sesión sentirse muy honrado por este llamamiento, máxime al haber realizado todos sus estudios en el sistema público, por lo que su presencia en la Cámara parlamentaria como especialista suponía en cierta medida devolver al Estado el aprendizaje adquirido todos estos años gracias al apoyo de becas y ayudas al estudio de las que fue beneficiario.

En la sesión parlamentaria también participaron Beatriz Pont Ferrer, analista senior de Política Educativa de la OCDE; Manuel Cabrera Padilla, presidente de FPMakers, Asociación española para el desarrollo de proyectos de futuro en apoyo a la formación profesional; y Juan Manuel Moreno Olmedilla, especialista principal de educación del Banco Mundial.

El docente de la Universidad de La Laguna esbozó una visión general del sistema educativo español, atendiendo a distintos informes y fuentes y a los resultados emanados de ellos. Comenzó diciendo que la crisis de los últimos años ha desmontado el saber convencional que teníamos sobre educación. Porque, pese a la crisis, el abandono escolar no se ha visto especialmente afectado ni tampoco el rendimiento, cuestión que se repite en el ámbito universitario, e incluso se ha comprobado que ha mejorado alguno de los indicadores de equidad.

El investigador recalcó el peso de la inercia en el sistema educativo, apoyándose en datos de alfabetización de 1860 y datos de lectura en el informe Pisa de 2015. El nivel de competencia educativa asociada a la lectura permanece muy estable en periodos tan distintos. “Hay por tanto unas prácticas educativas muy cristalizadas en el sistema escolar que hacen que el sistema sea muy constante en el tiempo”, aseguró ante los diputados.

En cuanto a indicadores de equidad, el sociólogo de la Universidad de La Laguna destacó que España es uno de los países más igualitarios de su entorno en algunos indicadores, principalmente debido a que el alumnado de bajo origen social obtiene mejores resultados que en los países de nuestro entorno, mientras que sucede lo contrario con el proveniente de alto origen social. Otro dato positivo se sitúa en el porcentaje de alumnado de bajo origen social que obtiene buenos resultados en competencias, dato que incluso ha mejorado durante la crisis económica, “lo que demuestra que tenemos un alumnado muy resiliente”, agregó el experto en política educativa.

Sobre el porcentaje de variación de competencias entre centros escolares, es decir, de los resultados obtenidos cuánto influye que el centro educativo sea de un tipo o de otro, España, nuevamente, es de los países más igualitarios en este punto, a la altura de Dinamarca y próximos a Noruega o Finlandia. Sin embargo, hay una gran segregación según el perfil socioeconómico del alumnado.

Elegir a los mejores, solo eso

¿Es realmente el sistema educativo el propiciador de esta situación tan sumamente estable?, se preguntó el compareciente. Una de las grandes tensiones sin resolver estriba entre los centros de titularidad pública y privada. Se ha visto que a igualdad de perfil socioeconómico entre el alumnado no hay diferencias en pruebas de rendimiento entre centros públicos y privados. “Las diferencias que se observan proceden de la selección del alumnado que hacen los centros privados. Es decir, los centros privados y concertados no aportan nada nuevo o mejor, simplemente seleccionan a su alumnado de origen, a través de distintos procedimientos, y dejan atrás al que le da problemas. No hay elementos de gestión ni didácticos que digan que esos centros obtienen mejores resultados, es una cuestión de selección de estudiantes”.

Qué hace pues que las familias sientan tanta devoción por los centros privados o concertados, volvió a cuestionarse el experto. Estos centros ofrecen mejores horarios, más compatibles con la vida laboral de los progenitores, más actividades extraescolares, además de proyectos ideológicos o religiosos, pero sobre todo, es un elemento de distinción social.

No hay hipótesis sólidas que expliquen a día de hoy este fenómeno. Puede tener que ver con los mecanismos del mercado de trabajo, ya que hay estudios que indican que contar con buenas redes sociales influye a la hora de conseguir en España un puesto de trabajo, lo que se contrapone, por ejemplo, con el modelo asiático, increíblemente meritocrático. Con ello el profesor de la Universidad de La Laguna adelantó que si se hacen reformas solo en el sistema educativo, mientras que el mercado de trabajo siga funcionando por la red de contactos familiares, sacar buena nota para los estudiantes de familias bien relacionadas no resulta un incentivo.

La intervención fue muy positivamente valorada por los miembros de todos los grupos parlamentarios presentes, que elogiaron tanto la aportación de una perspectiva novedosa como el rigor en el empleo de los datos disponibles, sin distorsiones partidarias. Se puede acceder a su comparecencia completa en este enlace: https://goo.gl/d6o1VK


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