El XXIII Congreso Internacional de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) concluyó el pasado viernes 26 de septiembre en la Universidad de La Laguna tras tres jornadas de trabajo que combinaron conferencias, mesas redondas, talleres y la presentación de más de un centenar de comunicaciones científicas. La cita puso el foco sobre los principales desafíos empresariales, con especial atención a la inteligencia artificial, la gobernanza y la sostenibilidad.
El encuentro reunió a 225 asistentes, 150 de ellos de manera presencial y el resto en formato virtual. En el plano científico, se presentaron 120 comunicaciones y 11 pósteres adscritos a múltiples áreas temáticas que abarcaron la contabilidad, la dirección y organización empresarial, la auditoría, la sostenibilidad, las nuevas tecnologías, el turismo y las entidades sin fines de lucro. Este encuentro tuvo una marcada dimensión internacional al congregar a representantes de 15 países, entre los que destacó Cuba, Colombia, Alemania, Argentina, Brasil y Portugal, que será el país anfitrión de la próxima edición en 2026.
En el acto de clausura, la decana de la Facultad de Economía, empresa y turismo, Carmen Inés Ruiz agradeció a todas las personas que han hecho posible la celebración de un acto de tal magnitud. Por su parte, el presidente del comité organizador, el profesor del mismo centro Francisco Javier Calero, destacó que la Universidad de La Laguna y la facultad anfitriona se convirtieron durante esos días en el epicentro empresarial de las finanzas, la sostenibilidad y la digitalización, al reunir en un mismo espacio a especialistas de gran prestigio internacional, profesionales de la empresa y representantes institucionales.
En su valoración final, junto a la también integrante del equipo organizador María Victoria Pérez Monteverde, subrayó que el congreso no solo ha permitido contrastar las últimas investigaciones científicas en materia de contabilidad, auditoría y gestión, sino también abrir nuevas vías de colaboración que reafirman el papel de la universidad pública como motor de conocimiento, innovación y progreso social.
El congreso ha dejado dos aportaciones novedosas que destacan como los principales hitos: la puesta en marcha de sesiones monográficas organizadas por entidades patrocinadoras, así como la firma de un acuerdo de colaboración entre la Facultad de Economía, Empresa y Turismo y AECA.
Este convenio permitirá articular programas conjuntos de formación, estancias y prácticas para el estudiantado. También facilitará la participación del profesorado en foros especializados y abrirá nuevas oportunidades de investigación vinculada a los retos actuales de la empresa. Se espera que este acuerdo fomente el intercambio de experiencias entre los entornos académicos y el tejido empresarial e institucional.
Conclusiones
El contenido de las sesiones celebradas permitió constatar la necesidad de abordar los retos empresariales desde una visión que tenga en cuenta factores tanto económicos como regulatorios. En concreto, se dejó en evidencia que la inteligencia artificial aplicada a la contabilidad y las finanzas no es una herramienta del futuro, sino un recurso del presente que plantea ventajas competitivas, pero, al mismo tiempo, diferentes riesgos que requieren regulación y formación especializada. Otro aspecto destacado fue la digitalización de la estrategia empresarial, un proceso cuya implementación debe acompañarse de principios éticos y buena gobernanza.
En materia de sostenibilidad, el congreso subrayó la necesidad de que empresas e instituciones refuercen su compromiso real mediante prácticas verificables y sujetas a los nuevos marcos europeos, que implican avanzar hacia una mayor transparencia en la información que se ofrece a la sociedad.
La cita académica culminó con la entrega de varios reconocimientos a los trabajos presentados a diferentes convocatorias: el Premio Enrique Fernández Peña de Historia de la Contabilidad 2025, que distingue investigaciones de especial relevancia en este ámbito; las Certificaciones CDCC y el Certificado Diferencial de Calidad Científica, que avalan la excelencia metodológica de determinadas aportaciones; los Diplomas de las revistas REFC y SBIR, que destacan artículos con notable impacto académico y profesional; y el Diploma a la Mejor Comunicación de Estudiantes, como estímulo al talento emergente y a la proyección internacional de las nuevas generaciones.
