La Delegación de Estudiantes de la Facultad de Humanidades ha sido constituida esta semana, un hito importante, dado que el centro carecía de este órgano de participación y deliberación. La preside Sergio Cordobés Alonso con el apoyo de tres vicepresidentas de titulaciones: Sara Leal Brito (Geografía e Historia), Lara Otto García (Filología) y Kristin Mielke Socorro García (Filosofía). Como secretario ha sido designado José Luis Saorín Ferrer y como tesorero, Asier Álvarez Malave. Cuenta, además, con tres vocalías: Ana González Jiménez en el área disciplinaria, Jorge Cruz Jiménez en Participación y Movilidad, y Elena Hernández Medina, en Igualdad y Diversidad.
En su discurso de bienvenida, el presidente de la delegación ha calificado a la Facultad de Humanidades como una de las más “diversas y ricas”, lo cual queda refrendado por los datos: tiene 2.536 estudiantes en el presente curso (1.622 son mujeres y 914, hombres), que se distribuyen en ocho titulaciones de grado, cuatro de doble grado (una novedad de este curso) y seis de másteres oficiales. A eso hay que añadir 224 personas inscritas en tres programas de doctorado (127 mujeres y 97 hombres).
Cordobés Alonso agradeció el apoyo del decanato, profesorado y conjunto de alumnado, y expresó el compromiso de la delegación con la participación, la escucha y la acción: “Queremos que sea un puente real entre el estudiantado y las distintas instancias universitarias; un espacio de diálogo, cooperación y aprendizaje mutuo. Nos proponemos fortalecer la participación estudiantil, promover la igualdad y la inclusión, apoyar iniciativas culturales y académicas, y defender la calidad de nuestra formación como elemento esencial del desarrollo”.
El discurso también reivindicó que las Humanidades, además de un conjunto de disciplinas académicas, son una forma de estar en el mundo y recuerdan que el progreso no se mide únicamente por los avances técnicos, sino también por la capacidad de pensar, dialogar, empatizar y crear comunidad. “Nos enseñan que cada idea, cada gesto y cada palabra pueden transformar nuestro entorno. Por eso, trabajaremos para que nuestra facultad siga siendo un referente de pensamiento crítico, de cultura viva y de compromiso ético con la sociedad canaria y con el mundo”.

