La Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria y de la Universidad de La Laguna ha dado a conocer los primeros resultados de una investigación pionera sobre los indicadores de desarrollo sostenible en las bodegas del archipiélago. Este estudio, a cargo de la profesora Joyce Lavandoski, del Departamento de Turismo y Patrimonio de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro, en el marco del programa de estancias cortas del Grupo Tordesillas – Fundación Carolina, marca un hito crucial en la medición de la sostenibilidad del enoturismo y sienta las bases para su evolución futura.
La presentación oficial de la investigación tuvo lugar en la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología (ESIT) de la Universidad de La Laguna. El evento contó con la participación de Lilibeth Fuentes Medina, directora del Secretariado de Cátedras Institucionales y de Empresas; Luis Arráez Guadalupe, director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria; Ernesto Pereda de Pablo, director de la ESIT; y Jesús Enrique de las Heras Roger, director de la Cátedra. Todas las intervenciones convergieron en destacar el valor estratégico de la colaboración entre la academia, el sector público y el tejido empresarial para el fortalecimiento y la proyección del enoturismo en las Islas Canarias.
Un diagnóstico pionero
Durante tres meses de trabajo intensivo en las islas, la investigación adoptó una metodología integral que abarca cinco dimensiones clave: económica, ambiental, social, territorial y de gobernanza institucional. De una propuesta inicial de 116 indicadores, se refinaron 72, los cuales fueron específicamente adaptados al contexto canario y están alineados con 13 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las conclusiones se obtuvieron a partir de encuestas y entrevistas en profundidad realizadas a responsables de 15 bodegas, ubicadas estratégicamente en Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y La Palma.
Los resultados preliminares son sumamente prometedores. Las bodegas que participaron en el estudio alcanzaron una puntuación media de sostenibilidad superior al 50%, con la dimensión territorial liderando (59,5%), seguida de cerca por la dimensión social. Esto subraya el profundo valor que las bodegas canarias otorgan al patrimonio natural y cultural, su compromiso con el uso de productos locales, y la calidad de un trato cercano y personalizado hacia el visitante. En el plano económico, el enoturismo se percibe como una valiosa fuente de ingresos complementaria, con una fuerte apuesta por proveedores de proximidad. A nivel ambiental, se destacan las prácticas de gestión responsable de residuos y la clara intención de reducción en el consumo de materiales.
La investigación de la profesora Lavandoski destaca por su innovación, ofreciendo una herramienta tangible para evaluar y cotejar la sostenibilidad de las operaciones de enoturismo en las bodegas. A partir de este análisis, se reveló un ranking preliminar de bodegas punteras en sostenibilidad, distinguiéndose estas no solo por su profesionalización del enoturismo y un enfoque de gestión integral, sino también por la implementación de motores de reserva diseñados exclusivamente para sus ofertas turísticas.
Coloquio: Reflexiones y Propuestas para el Futuro
Tras la presentación de la profesora Lavandowski, se llevó a cabo un coloquio. En él participaron la propia Lavandoski, Gabriel Santos, subdirector de la Cátedra, y David Padrón, miembro de su consejo asesor. Este diálogo permitió profundizar en los resultados obtenidos y debatir sobre los desafíos y oportunidades que se presentan para el enoturismo canario.
Se destacó que las altas valoraciones en las dimensiones territorial y social responden a un fuerte arraigo al entorno, la inherente hospitalidad de las bodegas y un marcado compromiso con la comunidad local. Sin embargo, se señaló que la dimensión económica y de gobernanza requieren una atención urgente, dado que presentaron una menor puntuación y una alta dispersión. Factores como la falta de certificaciones específicas, una cultura de responsabilidad social corporativa aún en proceso de consolidación y una escasa articulación con las instituciones públicas limitan el avance significativo en estas áreas.
La investigación propone una serie de recomendaciones para impulsar un modelo de enoturismo más sostenible, competitivo e inclusivo en Canarias. Entre las medidas clave, se sugiere establecer certificaciones y programas de calidad que reconozcan las buenas prácticas y promuevan la mejora continua en el sector. Asimismo, se enfatiza la importancia de fortalecer la responsabilidad social corporativa a través de acciones visibles relacionadas con el consumo responsable y el compromiso con la comunidad local. En el ámbito ambiental, se recomienda avanzar hacia una mayor eficiencia energética mediante el uso de energías renovables y el fomento del transporte sostenible.
Además, el estudio subraya la necesidad de garantizar la accesibilidad universal, garantizando la inclusión de todas las personas en la experiencia enoturística. Se aconseja también implementar mecanismos eficaces para la retroalimentación con visitantes y comunidades locales, fomentar una gobernanza más participativa entre el sector público y privado, y optimizar las estrategias de promoción digital. Estas últimas deberían centrarse en resaltar la identidad, el patrimonio, y poner en valor la esencia genuina del enoturismo de Canarias para captar la atención de nichos de mercado.

