La Universidad de La Laguna acogió hace escasos días una reflexión internacional sobre los usos éticos y científicos de la inteligencia artificial (IA) aplicada a la educación superior. Bajo el título “Inteligencia Artificial en Investigación en Educación Superior”, el Workshop INCOIN-LEARNING reunió a investigadoras e investigadores de América Latina, Europa y Oceanía en un espacio de diálogo interdisciplinar que abordó las intersecciones entre tecnología, ética y conocimiento.
El encuentro estuvo dirigido por Jorge E. Sagula, de la Universidad Nacional de Luján (Argentina), y co-dirigido por Carina S. González González, de la Universidad de La Laguna, en el marco de las actividades conjuntas entre el grupo de investigación ITED (Interacción, Tecnología y Educación) y la red internacional INCOIN-LEARNING. Ambos destacaron en la apertura la importancia de repensar la inteligencia artificial desde la cooperación académica y el compromiso ético, situando a la educación superior como ámbito privilegiado para la innovación responsable.
Durante la primera jornada, titulada “Capítulo Naciente”, se abordaron los fundamentos y las nuevas alianzas en torno a la IA desde perspectivas científicas, humanísticas y tecnológicas. El profesor Horacio G. Rotstein (New Jersey Institute of Technology y Rutgers University, EE UU) abrió las conferencias explorando el papel de la diplomacia científica y los mecanismos de colaboración entre investigadores de la diáspora y sus países de origen, con un estudio de caso sobre Argentina y la IA. A continuación, Grover E. Villanueva (Universidad Nacional de Trujillo, Perú) propuso un enfoque sistémico y ético para la construcción de organizaciones inteligentes, reivindicando la dignidad humana como eje central en los procesos de automatización.
Desde la perspectiva emocional, Andrea Cotino (ULL) presentó un estudio sobre los vínculos afectivos que las personas establecen con los sistemas inteligentes. Por su parte, Gustavo D. Trípodi (UNICEN, Argentina) analizó el uso de herramientas de IA en la formulación de proyectos interdisciplinarios, mientras que Rosa Gil Iranzo (Universidad de Lleida) mostró cómo los modelos de la cuádruple hélice, que integran universidad, empresa, gobierno y sociedad civil, pueden potenciar la innovación basada en IA.
El capítulo continuó con las intervenciones de Eduardo Nascimento (ULL), quien exploró el papel educativo de los chatbots y agentes conversacionales, y de Cándido Caballero-Gil (ULL), que expuso el potencial de los algoritmos predictivos para el análisis económico. Finalmente, Rafael Arnay del Arco (ULL) abordó la aplicación de la inteligencia artificial explicable en el diagnóstico del glaucoma, un ejemplo concreto del impacto de la IA en la medicina y la salud pública. La jornada concluyó con un panel integrado donde los ponentes debatieron sobre las fronteras éticas, metodológicas y científicas de la inteligencia artificial, en un diálogo que destacó la necesidad de enfoques holísticos e inclusivos.
El segundo día, bajo el título “Capítulo Poniente”, amplió la mirada hacia los retos emergentes de la IA contemporánea. Maurice J. Soullier (Scalene Solutions, Australia) abrió el debate con una ponencia provocadora sobre “La paradoja de Ícaro”, en la que advirtió sobre los riesgos de la aceleración tecnológica sin un marco ético sólido. Jezabel Molina (ULL) continuó con una exposición sobre la convergencia entre inteligencia artificial y ciberseguridad, destacando la urgencia de políticas de protección de datos ante sistemas cada vez más autónomos.
La jornada incorporó además una mirada tecnológica y educativa a través de la intervención de Iván Santelices (Universidad del Bío-Bío, Chile), quien analizó la convergencia entre simulación, realidad virtual y realidad aumentada como herramientas de aprendizaje potenciadas por IA. Por su parte, Rafael Lorenzo Martín (Universidad de Holguín, Cuba) abordó el futuro educativo desde la ética de la inteligencia artificial generativa, proponiendo una “sociedad del afecto” donde la sabiduría humana complemente las capacidades de los algoritmos.
El programa avanzó con la ponencia “Lo que la IA dice y lo que hay detrás”, a cargo de Silvana V. Aciar (ULL), quien analizó los sesgos y narrativas implícitas en los modelos generativos, y con la intervención de Gabriel R. Soto (Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Argentina), que conectó los fundamentos biológicos y matemáticos de las redes neuronales con la comprensión de los procesos cognitivos humanos.
Carina S. González disertó acerca de “Robots sociales para el bien común”, y destacó el valor de los agentes robóticos como herramientas de acompañamiento, aprendizaje y bienestar social, especialmente en entornos educativos y de salud. Finalmente, Jorge E. Sagula cerró el ciclo con una ponencia sobre los pilares históricos y epistemológicos de la inteligencia artificial generativa, reivindicando la ingeniería del conocimiento como base conceptual del progreso tecnológico.
El evento concluyó con un panel de cierre que integró perspectivas éticas, educativas y científicas, reafirmando la necesidad de avanzar hacia una inteligencia artificial explicable, inclusiva y centrada en las personas.
El Workshop fortaleció así la cooperación entre universidades de Argentina, Perú, Chile, Cuba, Australia, Estados Unidos y España, consolidando una red internacional dedicada a la investigación y la formación ética en inteligencia artificial.

