La vicerrectora de Internacionalización y Cooperación de la Universidad de La Laguna, Inmaculada González, acompañada por la directora de Cooperación y Movilidad con África y Latinoamérica y la jefa de sección, participaron hace escasos días en la jornada de clausura del proyecto universitario de cooperación al desarrollo denominado Minplastic, celebrada en la comunidad rural de Gandiol, en la región de Saint-Louis (Senegal).
La iniciativa, puesta en marcha en 2024 bajo el liderazgo de la Universidad de La Laguna y en colaboración con la organización senegalesa Hahatay, ha contado con la financiación de la Viceconsejería de Acción Exterior del Gobierno de Canarias. Así, con un presupuesto de 80.000 euros y una duración de doce meses, sus objetivos se han centrado en ofrecer soluciones sostenibles al problema crítico de los residuos plásticos, fomentando la sensibilización comunitaria, la protección ambiental y el desarrollo humano equitativo.
Formulado por José M. González-Casanova, técnico de cooperación al desarrollo del Vicerrectorado, y Lorenzo Favarato, coordinador de proyectos de Hahatay, este proyecto ha estado liderado por las profesoras Cintia Hernández Sánchez y María Milagros Laz Pavón, del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Laguna.
En el marco del proyecto local Defaratt —término wolof que significa “volver a hacer” o “reciclar”—, la aportación de Minplastic ha sido clave para fortalecer esta empresa social dedicada al reciclaje y transformación de plásticos con energía solar, al tiempo que se impulsaba la capacitación de técnicos locales y la creación de estrategias que aseguren la sostenibilidad económica y operativa de la iniciativa.
El proyecto también ha promovido actividades de sensibilización ambiental, involucrando directamente a jóvenes y mujeres en talleres comunitarios, obras de teatro interactivas y programas audiovisuales que integran la cultura como motor de cambio social. Asimismo, se ha trabajado en la instalación de contenedores para la clasificación de residuos y en la mejora de infraestructuras comunitarias, garantizando la continuidad del modelo a través de convenios con las autoridades locales.
Durante el acto de cierre, ambas entidades subrayaron la satisfacción mutua por los resultados alcanzados, así como la relevancia de la cooperación universitaria al desarrollo como herramienta transformadora. La delegación de la Universidad de La Laguna destacó que iniciativas como Minplastic demuestran el potencial de las universidades para impulsar cambios sociales y ambientales
positivos más allá de sus fronteras, promoviendo una internacionalización comprometida y solidaria.
Finalmente, se hizo hincapié en la importancia de articular políticas de sostenibilidad y salud pública en contextos vulnerables, recordando que la reducción del uso de plásticos no solo protege los ecosistemas locales, sino que también mejora la calidad de vida y la salud de las comunidades.

