La amplificación de las actitudes y conductas racistas y de los discursos de odio deben ser contenidos en los barrios, formando parte de los deberes de sociedades que han crecido y se han diversificado por efecto de las migraciones internacionales en las últimas décadas. Esta afirmación constituyó una de las principales conclusiones de la Jornada Técnica que señaló el cuarto de siglo de actividad del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (OBITenn). Esta entidad surgió en 2001 fruto de la colaboración entre el Cabildo de Tenerife y la Universidad de La Laguna, y ha sido reconocida recientemente como buena práctica por el Consejo de Europa en el marco de su programa Intercultural Cities.
Este año, la Jornada Técnica de OBITen ha coincidido con la apertura de una exposición retrospectiva que repasa sus 25 años de existencia y contó, además, con la presencia de Carlos Giménez Romero, catedrático emérito de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid, para reflexionar sobre la movilidad humana en la etapa reciente. “Nos encontramos en una fase distinta de la evolución humana, en la que el individuo se impone a la comunidad, donde el racismo no solo se explica desde una perspectiva psicológica, dado que hay que sumar las componentes económica y política”, explicó. “La democracia la tenemos que construir a diario todas las personas que vivimos juntas”, demandando una mayor corresponsabilidad para conformar sociedades incluyentes.
Carlos Giménez Romero.
Giménez subrayó que “alcanzar la ciudadanía por parte de todas las personas que conforman una comunidad es esencial para afianzar la democracia, consolidando una ciudadanía democrática”. El Estado debe avanzar en esa dirección y la ciudadanía debe favorecerlo, encontrándose e interactuando en los espacios de la vida cotidiana, también renovando las narrativas que permitan enfrentar los discursos de odio, creando entornos libres de discriminación y racismo, conformando comunidades de aprendizaje que, además, valoren su experiencia migratoria.
Para el especialista, los grandes retos de la humanidad parece que siguen siendo los mismos, adquiriendo cada vez más relevancia que se aborden desde contextos locales como barrios y pueblos, transformando su diversidad en una oportunidad más que en un problema.
Diálogo
El discurso de Giménez fue avalado por las personas que participaron en el diálogo posterior, vecinas de Tenerife que han sido reconocidas por OBITen a partir de su aportación al fortalecimiento de la convivencia en la isla. Centraron su atención en la importancia de actuar de una manera más decidida en los espacios cotidianos donde se relacionan las personas, porque “trabajar en lo local es la clave para afianzar los vínculos sociales y evitar situaciones de exclusión, discriminación y racismo”.
De este modo, se refirieron a la importancia de actuar en la esfera educativa, por el fundamental papel de la juventud en la construcción de una sociedad más incluyente y justa, así como en reforzar “el protagonismo de las vecindades en lo relativo a asegurar entornos de positiva convivencia”.
En esta segunda parte de la Jornada Técnica participaron Dirk Godenau, Roxana de Ortiz, Paula Pimentel, Dácil Baute y Sukeina Ndiaye. Vicente Zapata, director académico de OBITen, fue el facilitador del diálogo y, en la presentación de la exposición conmemorativa, ya insistió en la importancia de hablar cada vez más del “nosotros plural”, así como de la participación y las alianzas, junto al conocimiento, como claves para enfrentar la corriente de odio y exclusión social que se va extendiendo por más lugares del planeta.
De hecho, los contenidos de la exposición “La inmigración en perspectiva: OBITen, 25 años”, destacan la relevancia de las universidades públicas y su relación con las instituciones en lo que respecta a la producción y transferencia de conocimiento, de cara a la mejor comprensión y gestión de fenómenos trascendentales para la humanidad como son las migraciones.
La exposición “La inmigración en perspectiva: OBITen, 25 años” estará abierta hasta el 29 de enero en el vestíbulo de la Biblioteca General y de Humanidades de la Universidad de La Laguna en el Campus de Guajara, en los horarios habituales de la Biblioteca.
