El Paraninfo de la Universidad de La Laguna sigue ofreciendo una programación cultural variada y, así, en este primer fin de semana de noviembre, el sábado día 1 ofrecerá una velada de música de fusión a cargo del pianista Ernesto Alemán y el timplista David Duque, mientras que el domingo 2 ocupará la escena el nuevo monólogo del humorista Ángel Martín.
Bajo el título “Pulso y martillo”, Ernesto Alemán (piano) y David Duque (timple) presentan el sábado 1 de noviembre a las 20:00 horas una propuesta musical que, a través de una cuidadosa selección de piezas, explora la conexión entre lo clásico y lo contemporáneo, lo popular y lo experimental, creando una experiencia musical fresca y profunda. El espectáculo da espacio al repertorio barroco con adaptaciones únicas y al repertorio popular canario con arreglos innovadores. Las entradas están disponibles a 10 euros en tarifa general y 8 para estudiantes.
También rinde homenaje a los timplistas más influyentes de la historia, adaptando sus obras al formato de timple y piano, lo que refleja la evolución y la importancia del instrumento, así como las posibilidades de esta formación. Finalmente, se presentan composiciones originales del pianista, que exploran nuevas sonoridades y estilos, empujando los límites de la instrumentación y llevando al dúo hacia nuevos horizontes musicales.
El domingo 2 de noviembre a las 18:00 horas Ángel Martín presenta su último espectáculo, “Somo monos”, cuyas localidades pueden adquirirse al precio único de 24 euros. El popular humorista parte de la famosa premisa de que el ser humano solamente utiliza el 10% de su cerebro. Aunque se ha descubierto que tal afirmación es falsa, Martín es más radical y cree que, realmente, hay gente que incluso utiliza el 0%. “Igual que hay cervezas 0,0, también hay cerebros 0,0%”.
El cómico culpa a internet, pues desde que existe, la gente cae por barrancos a cambio de un selfi, no sabe hacer un huevo frito sin un tutorial y hasta les da miedo opinar por si alguien que vive a 10.000 kilómetros les insulta. “Poco a poco, hemos ido apagando el motor del cerebro. Afortunadamente, tengo una solución para reactivarlo. Eso sí, habrá que pisar algún que otro charco”, señala como punto de partida para este show.
