Laura Hernández Tomé y Javier Martín Davara, investigadores predoctorales del Área de Prehistoria de la Universidad de La Laguna, son las personas responsables de la dirección científica de un proyecto arqueológico desarrollado recientemente en el Abric del Cint (Alcoi, Alicante) cuyo objetivo fue restaurar y reinterpretar la intervención realizada en este enclave en 1953, así como evaluar su potencial arqueológico.
El Barranc del Cint, situado en el Parque Natural de la Sierra de Mariola, destaca por su extraordinaria riqueza arqueológica, que se remonta desde el Pleistoceno Superior hasta épocas más recientes. “Es un lugar privilegiado para estudiar las poblaciones humanas del pasado, gracias a su localización estratégica y a la gran cantidad de yacimientos arqueológicos que demuestran una ocupación prolongada desde la Prehistoria antigua hasta la época histórica”, afirman los expertos. Investigaciones previas han identificado el barranco del Cint como un corredor natural que ha sido utilizado por diferentes grupos humanos a lo largo del tiempo, además de servir como refugio paleoclimático durante el Pleistoceno.
La única intervención documentada del Abric del Cint fue un pequeño sondeo realizado en 1953 por Mario Brotons, librero y aficionado a la arqueología, quien recuperó herramientas de piedra del Paleolítico, materiales de cobre, cerámica y molinillos de épocas más recientes que aún están por determinar. Estos hallazgos, junto con el estudio geomorfológico preliminar realizado por el equipo, apuntan a que el enclave podría albergar un importante depósito sedimentario con un gran potencial para ofrecer información sobre las dinámicas de ocupación del barranco a lo largo del tiempo.
La campaña actual se centró en reinterpretar la intervención arqueológica de hace 70 años y evaluar el potencial del abrigo para albergar un registro arqueológico significativo que permitiera comprender mejor las dinámicas de ocupación en la Sierra de Mariola. Para ello, el equipo aplicó metodologías actualizadas y técnicas innovadoras como la micromorfología de suelos, que permite analizar los procesos de formación de los depósitos sedimentarios; y el análisis de biomarcadores lipídicos, que ayuda a identificar restos orgánicos conservados en el sedimento. Estas técnicas se combinaron con estudios arqueo estratigráficos y espaciales del registro lítico, lo que permitirá establecer una secuencia cronológica más precisa del yacimiento.
La actuación se enmarcó en el Plan General de Investigación “Barrancos habitados: poblamiento humano y arqueología en la Sierra de Mariola”, autorizado por la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana y avalado por el Museo Arqueológico Camil Visedo de Alcoi. Este proyecto, que se desarrollará durante los próximos cuatro años, busca esclarecer la secuencia estratigráfica y el contexto arqueológico del Abric del Cint, todavía desconocidos pese al sondeo realizado en 1953.
Además de Hernández Tomé y Martín Davara, dirigen la excavación Alejandro Mayor Benadero, investigador de la Universidad de Alicante y del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social; Santiago Sossa Ríos, investigador de la Universidad de Valencia; y también participa Javier Mir, graduado en Historia por la Universidad de La Laguna.
Para Hernández Tomé y Martín Davara, esta experiencia supone un paso muy importante en sus trayectorias académicas, ya que es la primera vez que se enfrentan a la dirección de un proyecto de investigación. “Nos permite aplicar de forma directa los conocimientos adquiridos durante nuestra formación y, al mismo tiempo, abrir nuevas líneas de investigación en un territorio tan relevante como la Sierra de Mariola”, afirman. Asimismo, resaltan la oportunidad de coordinar un equipo joven y multidisciplinar, lo que les permite crecer como investigadores, consolidar colaboraciones y contribuir al avance del conocimiento histórico del barranco del Cint.


