El Rectorado de la Universidad de La Laguna ha acogido hoy 4 de diciembre la toma de posesión de la jefa del Servicio de Inspección, Nieves Laura Leal Cruz, y de la directora de la Biblioteca Universitaria, Soledad Jacobe Martínez. Mientras la primera se encontraba en comisión de servicios en esta institución y ya ha consolidado su plaza, la segunda proviene de la Universidad de Granada y se ha incorporado muy recientemente a este centro académico.
De hecho, Leal Cruz desempeña funciones de inspectora en la Universidad de La Laguna desde septiembre de 2023, y es ahora cuando logra su adscripción definitiva, lo que dota a su desempeño de mayor estabilidad dentro de la organización. Está al frente de una unidad calificada por la gerenta, Lidia Pereira, como básica dentro de la estructura administrativa.
El secretario general, el rector, la responsable de Inspección y la gerenta.
Así, el Servicio de Inspección no solo mide la calidad de la docencia que se presta, sino también la de los propios servicios universitarios, además de las actuaciones solicitadas por miembros de la comunidad universitaria. Esta unidad presenta un plan anual de actuaciones, que es conocido por los órganos de representación sindical y por el Consejo de Gobierno, mientras que es la figura del rector la que tiene potestad definitiva para aprobarlo. En el tiempo transcurrido desde la llegada de Leal Cruz al servicio, ha demostrado una sobrada competencia y mucha profesionalidad, destacó Francisco García.
Por su parte, la responsable de la Biblioteca Universitaria sostuvo en su toma de posesión que la universidad es un bien público que hay que proteger, además de un gran generador de conocimiento que debe ser difundido. La vicerrectora de Cultura y Extensión Universitaria, Isabel K. León, agregó que uno de los objetivos de la nueva responsable es mejorar la cultura organizativa y que Jacobe presenta un perfil muy adecuado para el puesto, con capacidad de escucha, observación y consenso.
El rector añadió que la Biblioteca Universitaria ha de constituir el propio corazón del centro académico, y que una universidad se distingue por su acervo bibliográfico. Con todo, y siendo un elemento destacadísimo, precisó que el servicio también debe adaptarse a los nuevos públicos, nuevas demandas y expectativas del alumnado.
