Andrés Falcón Armas ha tomado hoy, martes 28 de julio de 2009, posesión como jefe del nuevo Servicio de Inspección que la Universidad de La Laguna ha puesto en marcha con la intención de que entre en funcionamiento a lo largo del próximo curso 2009/10. Uno de los primeros retos que deberá afrontar es la elaboración del reglamento que regirá esta unidad administrativa, para lo cual se están estudiando algunas normativas de otras instituciones académicas que poseen esta unidad, e incorporar sugerencias y directrices propias del rectorado de la ULL.
Aunque Falcón Armas tiene 22 años de experiencia como inspector de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, reconoce que poner en marcha un nuevo servicio en la ULL es todo un reto, si bien matizó que “la supervisión en una institución como la universidad debería considerarse un hecho normal, ya que garantiza que se tienda a la eficacia y la eficiencia”.
El nuevo inspector resumió que sus dos objetivos principales serán el de supervisión del personal docente y no docente de la ULL y la propuesta de mejoras y, por otro lado, la función disciplinaria para dar soporte al rectorado en los expedientes que se tramiten.
Reconoció que en los casos extremos que lo exijan, se pondrá en marcha el procedimiento sancionador “que garantice los derechos y deberes del sancionado”. Sin embargo, afirmó que no serán las actuaciones más frecuentes porque el 99% de la plantilla es cumplidora con sus obligaciones. Por tanto, el servicio tendrá un perfil más asesor que punitivo: “Nuestra intención es inspeccionar para mejorar, no para sancionar”.
Los servicios de inspección son unidades que promueven las buenas prácticas del personal de una institución, y están generalizándose en las universidades españolas. No es una figura nueva, ya que desde 1985 existe una normativa que permite a las instituciones académicas contar con estas unidades de supervisión. De hecho, la decana en este aspecto, la Universidad Complutense de Madrid, cuenta con una inspección desde ese mismo año.
Es previsible que el desarrollo de esta nueva unidad lleve aparejada la incorporación de más personal, para poder llevar a cabo la supervisión de las más de 3.000 personas que trabajan en la ULL, sin contar a los alumnos, sobre quienes el servicio también tiene competencias.
Falcón comentó que el rector, de quien depende orgánica y funcionalmente el nuevo servicio, le ha pedido que promueva una inspección “de a pié, que no se quede en los despachos”, por lo que se acudirá a aquellos centros y unidades que requieran sus servicios, y también se realizarán visitas por iniciativa propia de los inspectores.
