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Núñez Pestano: El Plan Estratégico de la Universidad está orientado hacia los ciudadanos»

viernes 21 de abril de 2006 - 00:00 GMT+0000

El Claustro de la Universidad de La Laguna conoció hoy jueves 20 de abril el documento de plan estratégico de la institución, un texto que regirá las principales líneas de actuación de la institución en los próximos diez años y que para ser aprobado deberá todavía contar con la ratificación del Consejo de Gobierno y del Consejo Social del centro docente. El coordinador de la comisión que lo ha elaborado, Juan Ramón Núñez Pestano, aseguró que este es un proyecto claramente orientado hacia los ciudadanos, y que no procura privilegios corporativos.

Núñez Pestano relató que el documento consta de dos partes, una primera con el informe de diagnóstico sobre el estado actual de la universidad, y otra que contiene las líneas estratégicas y las propuestas de mejora. De ésta última destacó siete grandes líneas estratégicas. La primera de ellas es el aseguramiento de las condiciones para que se produzca el cambio en la institución, y para lo cual las administraciones públicas deben apoyar el plan con recursos económicos finalistas.

La segunda línea de mejora tiene que ver con el desarrollo de los sistemas de información y de gestión y su base tecnológica, en el sentido de reforzar el Centro de Comunicaciones y Tecnologías de la Información (CCTI), que cuenta con una estructura extraordinariamente débil. En este punto también incluyó la necesidad de contar con sistemas integrales de gestión, como instrumentos que no sólo generen documentos, sino también información que ayude en la toma de decisiones a largo plazo.

La primacía de las políticas que mejoren la calidad de la actividad docente es otro de los puntos fuertes en los que hace hincapié el plan estratégico. Para Núñez Pestano, parece urgente la revisión de las tareas docentes, la puesta en marcha de programas masivos de formación del profesorado y la mejora del rendimiento académico. Este apartado también engloba la diversificación de la oferta docente, no sólo centrada en titulaciones de grado o de posgrado, sino que ha de tender hacia otros públicos objetivos. Hay que atender las carencias formativas de los alumnos, incluso si éstas vienen de sistemas educativos anteriores, así como la empleabilidad de los egresados, añadió.

La cuarta línea estratégica la constituye la calidad de los servicios, algo que, en opinión de Núñez Pestano, será un claro factor de competencia de las universidades. En este punto indicó que hay que modernizar su estructura y profesionalizar la gestión, de tal manera que la mayoría de las responsabilidades en este campo recaigan en los que cuadros directivos de los servicios. Tenemos que lograr que los objetivos del trabajador coincidan con los del servicio, apostilló.

La intensificación del uso de los recursos y la aplicación de principios de discriminación positiva a la hora de su asignación es otra de las grandes estrategias que plantea el plan, en el sentido de que ante la escasez de medios es conveniente establecer prioridades de gasto. En este ámbito destacó también las políticas de incentivos, que hagan que la organización se comunique y funcione mejor, la reorganización del servicio de recursos humanos, hasta ahora centrado casi exclusivamente en la contratación de personal, y la pertinencia de comenzar a elaborar un presupuesto por objetivos, lo que llevará consigo la redefinición del sistema de contabilidad de la institución.

Por último, el responsable del plan estratégico mencionó la necesidad de mejorar la visibilidad externa de la universidad, para lo cual resulta imprescindible potenciar la actividad investigadora y su divulgación, reforzar la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) y elaborar criterios de medición de la actividad investigadora. También en esta mínea se incluye el acercamiento al entorno macaronésico y el reforzamiento de la difusión cultural realizada desde la universidad.

Este plan supone una ruptura con la tradición y con los sistemas de valores que hasta ahora han dado resultado, dijo finalmente Juan Ramón Núñez Pestano. No está probado que el futuro sea igual que el pasado y, además, lo peor que se puede hacer es no hacer nada.

Posición de los grupos claustrales

En líneas generales, la opinión mayoritaria de los grupos claustrales ante el documento de plan estratégico ha sido positiva. Todos han valorado el esfuerzo y la dedicación de la comisión encargada de su redacción, formada por profesores de distintas disciplinas, miembros del PAS y empresarios.

El informe de diagnóstico fue calificado de valiente y certero por Soledad Muñoz, representante de GRUPO, quien además consideró que se trata de un documento muy importante para reflexionar sobre el futuro de la institución. Denotó cierta autocomplacencia en aspectos como la investigación y algunas lagunas o diferencias de opinión en el análisis de la estructura de la plantilla del PAS. En cuanto al plan estratégico en sí, Muñoz lo tildó de bueno pero mejorable, en el sentido de que de las 139 medidas que se proponen algunas son excesivamente concretas y echa en falta la inclusión de otras.

En el caso de PAS en Acción, Carmelo Páez criticó la escasa participación de la comunidad universitaria en el debate y, en especial, la falta de aportaciones por parte de los grupos más cualificados del PAS o con labores de dirección. Afirmó que la universidad ha dejado de ser un referente social cultural en las islas y se ha encerrado en sí misma, con cierta dosis de arrogancia.

La Asociación Canaria de Estudiantes Progresistas (ACEP) calificó el documento como excelente declaración de intenciones, para añadir que el reto es llevarlas a cabo, por lo que abogó por la necesidad constante de supervisión de la puesta en marcha de las medidas propuestas en el plan. Solicitó más recursos en red, cursos cero para los alumnos y la simplificación de los procedimientos administrativos.

Liga de Profesorado Universitario fue uno de los grupos más críticos con el documento, al que calificó de tristón y miope, además de incoherente en su contenido y aleatorio. Criticó la tardanza en su presentación y expresó su malestar porque, a su juicio, echa culpa a los de abajo y exime de responsabilidades a los de arriba. Añadió además que este documento no propone líneas claras en investigación y las que tienen que ver con el alumnado son vagas e inconclusas.

El Sindicato de Estudiantes Canario (SEC) criticó el carácter economicista del plan y su autocomplacencia en muchos aspectos. Echó en falta un plan de gestión de residuos generados por la universidad y la referencia a la eliminación de las barreras arquitectónicas dentro de la institución.

Nueva Universidad Canaria (NUC), por el contrario, calificó el plan estratégico de crudo y realista, y expresó su pleno compromiso con este texto. En el lado contrario se situó Renovación Convergente, cuyo portavoz, Antonio Rodríguez, afirmó que está falto de ambición política y de valentía técnica. Ante el escaso debate que este documento ha suscitado en el seno de la comunidad universitaria, propuso que no se siguiera con su trámite, sino que fuera estudiado con mayor detenimiento por el Claustro, lo que finalmente fue rechazado en el momento de las votaciones.

Por último, Programa para una Universidad Canaria alabó la valentía del plan estratégico y pidió que se siguiera adelante con él.


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