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Ingenieros coreanos consolidan su colaboración con la ULL en el desarrollo de microchips para la IA

jueves 30 de octubre de 2025 - 10:53 GMT+0000

Jung Young Son y José Marichal Hernández.

El profesor Jung Young Son de la Universidad de Konyang (Corea del Sur) ha visitado recientemente la Universidad de La Laguna en su quinto viaje a la isla para seguir colaborando en el avance del desarrollo del sensor WFPI (Wave Front Phase Imaging). Esta tecnología ya se está empleando en oftalmología o metrología de silicio con notable éxito y es mucho más precisa que el sensor Shack-Hartmann, usado por los ingenieros coreanos en el progreso de la tecnología holográfica, donde son punteros.

El sensor WFPI, de mayor resolución, está patentado por la empresa de base tecnológica Wooptix, originada en la Universidad de La Laguna, que lleva varios años a la vanguardia internacional de la óptica adaptativa desde su creación en 2016. La aportación de la ULL en la investigación que se está llevando a cabo en el país asiático consiste en poder medir las ondas de la luz con el sensor WFPI con el fin de perfeccionar las imágenes tridimensionales, pero también la ratio de aprovechamiento de los procesos litográficos que son clave en el avance de la Inteligencia Artificial.

A petición del profesor titular del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Laguna José Marichal Hernández, con quien colabora desde 2013, Young Son ha asistido a la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología en el marco del programa de ayudas a estancias de profesorado invitado dirigido al personal investigador que financia el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de este centro académico.

El profesor coreano felicitó por su gran progreso tecnológico en sus casi diez años de existencia a Wooptix, entidad con la que Marichal participa a través de un acuerdo de colaboración. La empresa está mejorando el control de calidad del proceso litográfico en obleas de silicio, el material semiconductor donde se imprimen los chips, analizando el frente de onda. “El objetivo es medir la regularidad del mapa topográfico o de relieve para que el proceso litográfico pueda adaptarse y lo perciba como totalmente liso y así mejorar el ratio de chips válidos sobre las obleas, lo que es especialmente problemático ahora que hemos alcanzado las dimensiones nanométricas, y así poder crear las ‘autopistas’, la información que circula dentro del silicio”, detalló el profesor de Ingeniería Industrial.

Estos avances técnicos se utilizan por empresas surcoreanas para la construcción de memoria HBM -siglas traducidas del inglés como Memoria de Ancho de Banda-.“Se basa en apilar verticalmente los chips para que la velocidad de transferencia sea más alta que con las disposiciones de memoria convencionales”, explicó Son. Este tipo de memorias son las que se utilizan en corporaciones tecnológicas tan importantes como NVIDIA, que diseña hardware optimizado para la inteligencia artificial. A su vez, el conglomerado de empresas multinacionales Samsung, con sede en Corea del Sur, está fabricando dispositivos que también siguen estos procedimientos de calidad de Wooptix, en la que, de hecho, participa como socio accionista.

Con los sensores de frente de onda se calcula la curvatura de los rayos, no la intensidad, para poder determinar la topografía de la superficie en la que se ha reflejado la luz con mayor precisión. Indica Marichal que, en los últimos años, el progreso tecnológico es tal que se ha pasado de cinco nanómetros a medidas de un nanómetro, tratando de resolver problemas a nivel molecular.

Esta competición por llegar al mínimo detalle para procesar datos a toda velocidad, que se ha desarrollado también para cubrir las enormes necesidades de cómputo en videojuegos de nueva generación, forma parte de la carrera hacia la Inteligencia Artificial General (AGI en las siglas del inglés). “Es por ello que las empresas tecnológicas están invirtiendo enormes cantidades de dinero en el proceso en el que trabajamos, para ver quién llega primero”, señaló Marichal.

Todo un referente mundial en su área, el profesor Jung Young Son también impartió una charla en el Congreso Internacional SHIFT2025, celebrado recientemente en la Universidad de La Laguna. En ella trató cómo fabricar a nanoescala estructuras lattice, de enrejado o celosía, con patrones de color moiré, con los que cambia la combinación de colores según la dirección de la luz.

Es un fenómeno físico similar al de la madreperla, de utilidad en la creación de hologramas en billetes. “Se trata de un proceso muy barato aplicado a medidas de protección bancaria que, sin la máquina adecuada, serían muy complicadas de falsificar, mejorando de manera sustancial la seguridad en la fabricación de billetes”, relató Son. El experto confesó que su interés científico radica en servir de enlace entre las universidades y las empresas para conseguir estos objetivos de progreso tecnológico, pero se centra en la elaboración teórica, quedándose fuera de la comercialización de los productos que se generen para alcanzar este avance.


Archivado en: Destacado, Investigación, Portada ULL

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