Aristóteles en la ULL

La obra de Aristóteles ha ejercido una grande y constante influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios. Pocos filósofos habrá cuyas obras hayan sido objeto de tantos comentarios, interpretaciones, traducciones, y exposiciones como las de Aristóteles. Un gran conjunto de estas ediciones que nos lega el Renacimiento, se conservan en el Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de La Laguna.

Después de la edición de los tratados de Aristóteles  por Andrónico de Rodas en el siglo I a. C. se pone en marcha la singular historia  de la aparición de ediciones y comentarios, posteriormente también de traducciones,  de obras del de Estagira. Inician esta historia los comentaristas griegos estrictamente peripatéticos como Alejandro de Afrodisia  y la continúan los comentaristas griegos neoplatónicos como Porfirio, Simplicio, etc. Luego, en la Edad Media, surgirán un aristotelismo latino, que aporta una nutrida nómina tanto de  importantes traductores (Boecio, Roberto Grosseteste o Gillermo de Moerbeke) como de insignes comentaristas  (el mismo Boecio, Alberto Magno, Tomás de Aquino, Duns Escoto, Ockham, etc.), y un aristotelismo árabe en el que  brillan con luz propia los traductores y sobre todo los comentaristas excepcionales como Avicena y Averroes.

Irrumpe una nueva oleada de aristotelismo en el Renacimiento, el cual impulsa un vigoroso movimiento de  retorno a los clásicos grecolatinos. Cabe distinguir dentro de este aristotelismo dos corrientes. Una primera que enlaza con la tradición escolástica  y que intenta conciliar las tesis aristotélicas con las doctrinas del cristianismo. Pertenecen a esta corriente figuras  destacadas como el Ferrariense, Cayetano, Soto, Toledo, Fonseca o Suárez. Junto a esta se asienta  otra corriente del aristotelismo (Pomponazzi, etc.) preocupada por liberar a Aristóteles de las  zonas de sombra que sobre él proyectaron las interpretaciones escolásticas y por reivindicar la autonomía de una investigación guiada por la razón así como la reorientación inmanentista, naturalista y humanista de la filosofía.

Del gran conjunto de ediciones, traducciones y comentarios de obras de Aristóteles que nos lega el Renacimiento conserva el Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de La Laguna una valiosísima muestra, que procede en su mayor parte del Convento de Santo Domingo de La Laguna. A las islas Canarias, que no tuvieron universidades ni imprenta hasta el siglo XVIII, los libros venían con los monjes, que los usaban para la enseñanza, pues muchos conventos eran centros de estudios teológicos, en los que la lectura y el estudio desempeñaban un papel fundamental en el proceso de formación de los jóvenes.  Una buena parte de los libros del Fondo Antiguo de la Universidad de La Laguna llegó a esta tras la desamortización de Mendizábal, que confiscó a los conventos sus bienes, entre ellos los libros.

La exposición ante la que nos encontramos muestra un manuscrito en pergamino del siglo XV, dos incunables, más de veinte obras impresas por reconocidos impresores (como la familia  Giunta, Guillaume Rouillé,  Andreas de Portonariis, etc.)  en las principales imprentas del siglo XVI (Venecia, París, Colonia, Salamanca, etc. )  y una edición de obras de Aristóteles de 1619. Entre estos libros, además de ediciones y traducciones de obras de Aristóteles,  hay comentarios de las mismas: comentarios del siglo XVI escritos por figuras eminentes como Soto, Toledo, Nifo, Perera, etc., y comentarios del siglo XIII, reeditados en el XVI,  y escritos por dos representantes capitales de la Escolástica: Tomás de Aquino (uno de los más importantes comentaristas del Estagirita) y Duns Escoto.

Aristóteles, el Maestro de los que saben
Dante

Summa philosophie moralis per libros Aristotilis  [Manuscrito S.XV].

Grabado que representa a Tomás de Aquino y Averroes. In libris de generatione & corruptione Aristotelis clarissima expositio. Venetiis, 1539.

Este sitio está bajo Licencia Creative Commons.