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La Universidad de La Laguna recuerda el Día Mundial del Suelo

martes 09 de diciembre de 2014 - 08:40 GMT+0000

Con motivo del Día Mundial del Suelo, celebrado el pasado 5 de diciembre, la Universidad de La Laguna reproduce un artículo de Jaume Porta, presidente de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS). Carmen Dolores Arbelo Rodríguez, profesora titular de Edafología y Química Agrícola en la ULL y vicepresidenta de la citada sociedad científica, ha remitido al Gabinete de Comunicación de esta universidad el texto de Porta, que reza como sigue:

La pluralidad de significados de la palabra «suelo» y el hecho de que el suelo sea un recurso poco visible hacen que para muchas personas el suelo como recuso natural sea algo desconocido, es más, nos atreveríamos a decir, algo ignorado.

Cuando afirmamos que el suelo del apartamento es de madera, que pongo los pies en el suelo o que camino sobre un suelo resbaladizo, en ninguno de los casos nos estamos refiriendo al suelo como recurso natural: un recurso natural que es la base de la seguridad alimentaria de un país y de la humanidad entera y que además realiza una serie de funciones productivas y ambientales y numerosos servicios ecosistémicos.

Pero el suelo es algo escondido ya que normalmente solo vemos su superficie, y no siempre se tiene la percepción de que el suelo es un volumen. Un volumen en el que se adentran las raíces de las plantas para anclarse en él y obtener nutrientes, agua y oxígeno. Un volumen en el que los microorganismos descomponen los residuos orgánicos que recibe, con lo que se reciclan nutrientes y aquellos se transforman en humus, una materia orgánica muy estable, por lo que el suelo regula el secuestro de carbono y el cambio climático global. Un volumen que contiene un cuarto de la biodiversidad global del planeta. Un volumen que mejora la calidad del agua que circula por él e incide sobre el ciclo del agua en la biosfera.

Ahora bien, los paisajes terrestres presentan una gran diversidad de suelos cuya aptitud para diferentes usos puede ser muy distinta. Por ello no todos los suelos desarrollan las mismas funciones, ni todos los suelos son de igual calidad. De ahí el interés de cada país en disponer de información georreferenciada de sus suelos, para saber de qué suelos dispone y cómo éstos se hallan distribuidos. De este modo se podrá legislar para que al asignar usos al territorio se respeten los suelos de mejor calidad y que, por ello, más contribuyen a la seguridad alimentaria del país.

Sin embargo el suelo, a pesar de lo importante que es para la vida en el planeta, no deja de ser una capa muy delgada de la superficie de la Tierra: de unos dos metros de espesor, por lo que es un recurso natural limitado y muy frágil. Para formar 1 mm de suelo se requieren entre 100 y 1000 años, de ahí que el suelo sea un recurso natural no renovable a la escala de la vida humana. Por consiguiente, los suelos de un país deben protegerse contra los procesos de degradación: la erosión por el agua o el viento, la salinización de los perímetros regados, la contaminación, el agotamiento de nutrientes para las plantas, la compactación, el sellado permanente por construcción de edificios y otras infraestructuras, entre otros procesos de degradación, constituyen las principales amenazas a los suelos de un país.

Por todo ello, el II Comité de la Organización de las Naciones Unidas en su 68º período de sesiones aprobó la Resolución FAO 4/2013, en la que se declara el 5 de diciembre DÍA MUNDIAL DEL SUELO, y la Resolución FAO 5/2013, en la que se declara 2015 AÑO INTERNACIONAL DE LOS SUELOS. Los objetivos específicos que se pretenden conseguir son: la plena concienciación de la sociedad civil y los responsables de la toma de decisiones sobre la profunda importancia del suelo para la vida humana; educar al público sobre el papel crucial que desempeña el suelo en la seguridad alimentaria, la adaptación y la mitigación del cambio climático, la reducción de la pobreza, los servicios ecosistémicos esenciales y el desarrollo sostenible; apoyar políticas y acciones eficaces para el manejo sostenible y la protección de los recursos del suelo; promover inversiones en actividades de manejo sostenible de la tierra para desarrollar y mantener suelos saludables para los diferentes usuarios de la tierra y grupos de población.

A todo ello se suma la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo.

 

 

 


Archivado en: Investigación, ULL